Cuestionario en modo avión

Zahara: "En Hawái pensé: 'No hay nada que me pueda atacar"

La cantante, de gira con su último disco, se reconoce "niña viajera", algo que le inculcaron unos padres "muy punkis".

La ubetense no para. Cruzará el charco para presentar en Latinoamérica su último disco, ‘Astronauta’, y acaba de publicar un nuevo libro ‘Teoría de los cuerpos’. Además, en su faceta televisiva, tras conducir el programa ‘Canciones que cambiaron el mundo’ y participar en ‘El poder de la música’ (ambos en Movistar #0), formará parte de la nueva edición de ‘Operación Triunfo’, que arrancó el pasado domingo 12 de enero en TVE, como profesora de cultura musical. Porque la música mueve el mundo y a Zahara (Úbeda, Jaén, 1983) le ha llevado a descubrir lugares fascinantes.

Zahara

Foto: Movistar +

Si se habla de viajes hay que mirar al sur, a Jaén. Como buena ubetense que eres, ¿qué dirías que tiene tu tierra para embrujar al visitante?

Vivo en Madrid desde hace muchos años, pero es cierto que bajo mucho a Úbeda. Te podría decir mil cosas que me encantan. Es una ciudad preciosa que se puede descubrir y conocer en un día. Puedes aprovechar el tiempo, pasarlo genial y luego ir a Baeza, por ejemplo. Úbeda es súper bonita, una ciudad muy cuidada. Recomiendo tomar unos aceites que te puedes morir. Encontrarás degustaciones y catas de aceites, de aceite de picual de primera prensada. Todo se hace con el aceite de allí. Es una pasada cómo se come y cómo se bebe en Úbeda. Es Patrimonio de la Humanidad. Solo te puedo decir que pasar un día allí… ¡es una de las mejores cosas que se pueden hacer!

Ahora viajemos al norte, ¿qué ciudad recomendarías?

Como acabo de regresar de Berlín, te digo esta. Una de las cosas que me han fascinado de la capital alemana es la tranquilidad con la que se puede pasear. Poder estar en cualquier barrio, sin problema. Te das cuenta del respeto que hay entre culturas diferentes, entre las diversas clases, incluso independientemente de la edad que tengas. Me ha fascinado cómo conviven todas las culturas, también si hablamos de arquitectura. Mundos aunados aunque completamente diferentes.

Si hablamos del este y oeste, ¿con cuál te quedas?

Te voy a decir el mismo destino, Hawái. Porque ha sido el lugar más alejado en el que he estado tanto al este como al oeste (risas). Aunque fue un viaje en el que tardé 24 horas en llegar, me compensó sentir que podía estar en plena naturaleza y no sentir ningún tipo de temor. Todo en Hawai era como súper práctico. Por ejemplo, estar en mitad de una catarata, o de una gigantesca montaña, rodeada de vegetación… y, al mismo tiempo, sentirme muy tranquila. Recuerdo que pensé que lo peor que podía pasarme estando allí era un tsunami (risas). Pero en serio, hay lugares exóticos que dan mucho más miedo, ya sea por la fauna o porque no sabes si hay puede haber alguna tribu cerca. Pero en Hawai pensé: “No hay nada que me pueda atacar”.

Esto quiere decir que sí te has encontrado en apuros en algún viaje. ¿Cuál ha sido la escapada de la que peor sensación te has llevado?

Un lugar que recordaré siempre porque lo pasé un poco mal fue hace unos ocho años en los campamentos de refugiados saharauis. En el camino hasta llegar allí hicimos una parada en Argel. Y surgieron muchos momentos de temor, de incertidumbre. Por ejemplo, al ir caminando en mitad del desierto o que el Lange Rover se quedase sin gasolina. Ver que estaba anocheciendo y no tener muy claro si iban a venir a por nosotros, si el agua que quedaba era suficiente. Así que sí, pasé momentos de cierta inseguridad.

Zahara

Zahara

Zahara compartiendo con Rozalen el escenario de 'Canciones que cambiaron el mundo'. 

Foto: Movistar +

Y de aquellos viajes bonitos, los que merece la pena recordar, ¿qué te llevas? ¿Eres de las que coleccionas imanes, postales…?

Cada vez me llevo menos cosas de los viajes, la verdad. Al final lo que quiero es estar en el sitio, eso es lo importante. Si me llevo algo tiene que ser muy práctico. Me gusta comprarme algo que luego realmente vaya a usar; no un recuerdo sin más, como un imán. Así que acabo comprando cosas como un cuaderno, un libro, ropa… algo que me vaya a acompañar de verdad. Es cierto que hace años empecé a coleccionar muchas tonterías de mis viajes, por ejemplo, monedas. O cuando estuve en el Sáhara me traje arena. Pero, si te digo la verdad, no sé ni dónde la tengo. Por eso me gusta ponerme el jersey que me compré en Nueva York y acordarme que estuve allí (risas).

De tu primer viaje siendo niña, ¿hay algo que se te haya quedado grabado?

Desde que soy una bebé de pocos meses he viajado con mis padres. No recuerdo exactamente mi primer viaje. Mis padres para eso han sido siempre muy punkis, me han llevado a todas partes. Recuerdo, eso sí, muchos viajes en coche, cuando se viajaba sin sillita. Dormir tumbada, ocupando todo el asiento de detrás del coche. Porque, eso sí, viajaba durmiendo siempre. Solíamos ir mucho a Cádiz, pero también por todo el norte de España. Mis padres me han llevado a muchísimos sitios por España así que lo tengo en mi ADN de niña viajera.

Sigues de gira con tu último disco, ‘Astronauta’. ¿Cuáles serán tus próximos destinos?

Los últimos viajes que he hecho al estar de gira me han llevado a Logroño y a Donostia. Después iré a Latinoamérica. Me hace mucha ilusión porque es un gran viaje. Estaré en Lima, Chile y Argentina, y encima, tocando. Me muero de ganas de cruzar el océano y poder ir al otro lado del mundo.