Totoro, Nicky, el bueno de Porco Rosso, Chihiro o Mononoke aguardan en el bucólico pueblo japonés de Nagakute, en el suroeste de Tokio. Por fin abre puertas el Ghibli Park, lo más parecido a aterrizar en uno de los fabulosos mundos anime surgidos de la mano de los directores Hayao Miyazaki e Isao Takahata y del productor Toshio Suzuki. La expectativa creada es tal que los billetes se venden de momento solo en su sitio web a través de un sorteo los días 10 de cada mes para cada una de las tres áreas.
Desde que el famoso estudio de animación japonés anunció sus intenciones, millones de fans de sus películas han aguardado su inauguración. Como sus películas, también el parque se sale de lo común para encontrar su propia estética y esencia. Que nadie espere un parque temático al uso, con grandes montañas rusas girando, mundos virtuales asaltando a cada paso o animadores irrumpiendo en cualquier rincón con cara de felicidad. En el Parque Ghibli no hay atracciones, sino que se trata de una inmersión completa en el mundo onírico de Hayao Miyazaki, quien ha trabajado directamente para que su fantasía logre materializarse en el mundo real a través de instalaciones y recreaciones de alguno de los escenarios más emblemáticos de sus creaciones.

Foto: Ghibli Park
El Ghibli Park ha sido construido a las afueras de Nagoya, en el parque conmemorativo de la Expo de Aichi de 2005, en un espacio natural de casi 200 hectáreas siguiendo los criterios de sostenibilidad que están en el propio ADN del estudio. El punto de partida fue la reproducción a escala real de la casa de Satsuki y Mei, las protagonistas de “Mi vecino Totoro” que ya se encontraba en el lugar. Para crear los diversos espacios no se ha talado ningún árbol y los que no hubo más remedio que sacar se han reubicado en otros lugares. Para levantar las construcciones que imitan los edificios de las películas anime se ha utilizado material de producción local.

Foto: Ghibli Park
El parque se inaugura con tres áreas principales. Una de ellas, el "Ghibli's Great Warehouse", incluye además el Cinema Orion, el único lugar del mundo donde se exhiben los 10 cortometrajes producidos expresamente por los estudios de animación. Hay también una exposición de las escenas más famosas de Studio Ghibli en las que el visitante puede colarse para convertirse en un personaje más de la ficción. La fase 2 está programada para otoño de 2023.