Este mes de diciembre, el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO ha agregado 39 tradiciones más a su lista de patrimonio mundial. Entre ellas se encuentran algunos países que se estrenan en este reconocimiento, como Montenegro, Dinamarca, Seychelles, República Democrática del Congo, Islandia y Haití.
En el listado del organismo internacional se reúnen 630 prácticas culturales de un total de 140 países. La tradición compartida por más regiones que este año ha sumado nuevos países a su reconocimiento es la cetrería, un arte que se reparten catorce estados europeos, entre los que están España, Polonia e Irlanda, nueve asiáticos, como Siria y Mongolia, y el único africano, Marruecos. Junto a Tbourida, el arte ecuestre marroquí, son los únicos patrimonios relacionados con el mundo animal.
La caligrafía árabe, una de las 39 tradiciones incluidas este año, también está muy extendida entre países de África y Asia, y no es la única que tiene que ver con la escritura, pues Turquía ha conseguido reconocer su escritura tradicional islámica, hüsn-i-hat.

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El aspecto culinario se ha hecho un sitio este año con tres nuevos patrimonios: Ceebu Jën, una preparación senegalesa cuyo origen es un guiso tradicional de la comunidad de pescadores de San Luis; la sopa jumou de Haití, hecha con calabaza, verduras, carne, plátanos, pasta y especias durante las celebraciones, y los conocimientos y prácticas entorno a la búsqueda de trufas en Italia.
Sin embargo, muchos de los nuevos patrimonios inmateriales culturales añadidos este año por la UNESCO responden a tradiciones musicales. La danza xòe del pueblo Tai de Vietnam, el baile y el canto de los tambores inuit daneses, la rumba congoleña o el toque de violín de Kaustinen, una ciudad de Finlandia son algunos de ellos.

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En cuanto a la artesanía, en países nórdicos como Islandia y Suecia se ha reconocido la fabricación de barcos clinker, una tradición con miles de años, y otras como la confección del tejido songket en Malasia, el adorno tártaro örnek de Ucrania o la alfarería del pueblo Awajún de Perú.
Algunas de las costumbres más curiosas son la lucha sobre zancos en Namur, Bélgica; la Armada Boka de Montenegro, una de las organizaciones marítimas más antiguas del mundo; o el arte escénico de la pesca en Bahrein, el Fjiri. Por último, entre las 39 nuevas incorporaciones se suman otras de carácter religioso, como las alfombras florales polacas del Corpus Christi, el festival sagrado indio Durga Puja o la Fiesta Grande de Tarija en Bolivia.