
El arte dorado de Klimt
Klimt está considerado uno de los artistas más atractivos de la historia del arte occidental. Famoso por utilizar gran cantidad de pan de oro en sus obras, sus decorativas pinturas doradas y los coloristas retratos de mujeres son sus trabajos más emblemáticos. Cofundador de la asociación de artistas Wiener Secession, fue precisamente en Viena donde el arte moderno de Europa se mostró por primera vez en 1898. A partir de entonces, cada exposición de la asociación representó una ola de inspiración y creatividad para Klimt. El multifacético artista, aunque es mundialmente famoso por su pintura El beso, creó muchas otras obras explorando, por ejemplo, grandes temas vitales, desde el amor al sufrimiento o la muerte, y temáticas como el retrato, el paisaje y el simbolismo. La completa exposición de Ámsterdam los repasa todos, a través de docenas de obras icónicas de Klimt: desde pinturas decorativas de paisajes a retratos de mujeres como la inolvidable Judith (1901) o murales monumentales como Serpientes de agua II (1904/ 1906-07).

«Paisaje de un jardín italiano» (1913), Gustav Klimt. Exposición Golden Boy Gustav Klimt, en el Museo Van Gogh de Ámsterdam.
Comienzos clásicos
Klimt empezó pintando precisamente murales en un estilo académico tradicional. Sus primeros trabajos muestran un gusto por la Antigüedad clásica, desde el arte de griego al de los romanos. Sus pinturas de entonces están llenas de desnudos idealizados, esculturas y elementos arquitectónicos como columnas y frisos. En 1897 fue uno de los pioneros de la Secesión centroeuropea. Ese movimiento llevó a Viena a muchos precursores del arte moderno para participar en sus exhibiciones. Eso hizo que, aunque Klimt no viajó mucho, pudo conocer de primera mano las nuevas tendencias de su tiempo. Más tarde, inspirándose en artistas coetáneos como Auguste Rodin o Vincent van Gogh, creó dibujos y pinturas, adaptándolas a un estilo completamente propio que aún hoy sigue sorprendiendo.

Sala de la exposición Golden Boy. Gustav Klimt, en el Museo Van Gogh de Ámsterdam.
Estado de ánimo y emoción
Las inesperadas muertes de su hermano Ernst y su padre en 1892 hundió a Klimt en una profunda crisis. En los años que siguieron, el artista se distanció cada vez más de la reglas tradicionales de la pintura académica y persiguió la inspiración recreando una atmósfera de ensueño con sutiles matices de color. Por desgracia, dejó pocas explicaciones de sus trabajos, de forma que solo se puede intuir el significado subyacente de sus pinturas.

«Water serpents II» (1904-1907), Gustav Klimt. Colección privada. Exposición Golden Boy. Gustav Klimt, en el Museo Van Gogh de Ámsterdam.
Simbolismo bajo la superficie
Hay un mundo de simbolismo bajo la superficie decorativa de las pinturas de Klimt. El artista recreó un universo interior de sueños, poblado por fantasiosas figuras con las que, además, consiguió impulsar líneas abstractas. Sus poses, frecuentemente retorcidas, representan emociones y deseos, luchas, tentaciones amorosas... Por su lado, las formas suaves del novedoso «arte atmosférico» de Klimt gradualmente dieron paso a un remolino de líneas. Es un giro que comenzó con su obra Beethoven Frieze (1901-1902). A partir de ese mural, su arte fue ante todo un objeto decorativo de interiores. Buen ejemplo de ello son Las tres novias (1892-1893), obra presente en Ámsterdam, en la que Klimt crea un universo con figuras desnudas flotando sensualmente bajo el agua, novias que son serpientes rodeadas de velos de plantas acuáticas.

«Avenida del castillo Kammer» (1912), Gustav Klimt. Exposición Golden Boy Gustav Klimt, en el Museo Van Gogh de Ámsterdam.
Los paisajes de Klimt
Klimt quedó impresionado por la pintura paisajística de Vincent van Gogh o Monet que le inspiraron en sus cuadros de naturaleza. Tal vez por ello, la técnica de la pintura de Klimt en ese momento hace pensar en los impresionistas, aunque con pinceladas más rítmicas. En sus cuadros son protagonistas los contornos azules y las ramas nudosas, como los que aparecen en el cuadro Avenida al castillo Kammer. Klimt también adoraba los jardines con flores. Pintó diversos cuadros de esta temática, principalmente durante una gira por Italia.

«Johanna Staude» (1917-1918), Gustav Klimt. Exposición Golden Boy Gustav Klimt, en el Museo Van Gogh de Ámsterdam.
Mujeres al poder
A Gustav Klimt le gustaba pintar retratos femeninos, pero de mujeres fuertes y sensuales. Entre las obras que pueden contemplarse en la exposición de Ámsterdam está el icónico cuadro de Judith (1901), en el que esta figura del Antiguo Testamento pone la mano sobre la cabeza cortada de Holofernes. Fue el primer lienzo en el que Klimt utilizó pan de oro que también uso en el marco dorado. Otro cuadro de la exposición es el restrato de Johanna Staude (1917-1918), una mujer avanzada a su época, como plasma un peinado corto a la moda y una blusa de tela de los talleres vieneses Werkstätte, donde artistas y diseñadores imprimían arte decorativo. Otro de sus retratos es el de Eugenia Primavesi (1913), mecenas de arte que compró varios cuadros de Klimt y solía invitarlo a las fiestas y bailes de disfraces que organizaba. Otra obra icónica de Klimt es La novia, cuya silueta en medio de un grupo de figuras entrelazadas no queda claro, y no se sabe bien cuál es la novia, la mujer de azul, o su semidesnudo compañero. La obra estaba en el caballete de estudio de Klimt cuando el artista murió en 1918 con solo 55 años.

«La novia», (1917-1918), Gustav Klimt. Exposición Golden Boy Gustav Klimt, en el Museo Van Gogh de Ámsterdam.
El Friso de Beethoven
Uno de los puntos fuertes de la exposición de Ámsterdam es la reproducción a tamaño real del Friso de Beethoven, que se acompaña de estudios preliminares y bocetos de Klimt. El artista realizó este mural para la Exposición de la Secesión de 1902 como homenaje a la Novena Sinfonía de Beethoven, figura de culto de la época. Y con él inició el «período dorado» en el que utilizó pan de oro en sus pinturas. El mural se combinó entones con una escultura del compositor realizada por Max Klinger, que encajaba en la arquitectura modernista del edificio, en una interacción entre diferentes formas de arte.

Sala de la exposición Golden Boy Gustav Klimt, en el Museo Van Gogh de Ámsterdam.
Un link con la actualidad
Del mismo modo que Gustav Klimt se inspiró en otros artistas, los elementos decorativos creados por el pintor han inspirado al diseñador y artista holandés Bas van Beek (1974) a la hora de crear una sala con una escenografía especialmente ideada para la muestra del Museo Van Gogh.
LA EXPOSICIÓN DE LA SEMANA
Chico dorado Gustav Klimt. Inspirado por Van Gogh, Rodin, Matisee...
¿Dónde?
Museo Van Gogh
Museumplein, 6.
Ámsterdam (Países Bajos)
Fechas y horario
La muestra puede visitarse hasta el 8 de enero del 2023, todos los días de la semana, entre las 9 y las 18 horas. En Navidad, los días 24, 25, 26 y 31, el museo cierra a las 17 horas.
Precio
Las entradas solo se venden a través de la web del museo. Adultos, 20 euros; con visita guiada multimedia, 23,50 euros. Niños, jóvenes menores de 18 años y jubilados, acceso gratuito. Con carnet de estudiante, 10 euros. Tarifas especiales con abonos turísticos.