Es la capital europea más septentrional y se levanta a orillas del mar Báltico rodeada por un extenso archipiélago de 330 islas para ser exactos. Rodeada de una naturaleza que parece quedársele grande —solo hay extensos bosques y lagos más allá de la urbe— y con una protección urbanística que la impide crecer en desmesura, Helsinki además de muy cool en el amplio sentido de la palabra, es una ciudad que piensa en verde.