Hoteles con historia

Hotel Formentor: historia y futuro del refugio intelectual de Mallorca

Grace Kelly, Winston Churchill o el mismísimo Dalai Lama han sucumbido a la ‘joie de vivre’ de este hotel que abrió sus puertas en plena crisis económica mundial hace casi 100 años. Por entonces nadie imaginaba que su sola presencia cambiaría la historia de la isla para siempre. Y así ha sido.

Año 1929. Después de que una fatídica crisis azotara el mundo, el hastío, el aburrimiento y la quejumbre se instalaron en la moral de prácticamente todo el planeta salvo en la de un hombre, el argentino Adan Diehl, que llegó hasta un recóndito rincón de Mallorca y decidió que aquí, en las entrañas del cabo de Formentor, debería haber un hotel. Dicho y hecho, porque así es, más o menos, como en mitad de un exuberante vergel y una ubicación de ensueño nació el hotel Formentor. Y el resto es historia, una que surgió fruto de una corazonada, de pura cabezonería, o tal vez un poco de todo. Hoy en día mucho hay que agradecerle a este humanista, pero sobre todo el hecho de haber creado uno de los hoteles costeros más emblemáticos de Mallorca, y haberlo hecho con un propósito que hoy, casi 100 años más tarde, sigue más vivo que nunca. Frente al mar y rodeado de sus propios jardines (además de un parque natural de 1.200 hectáreas de bosque mediterráneo que es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), el hotel Formentor es un remanso de paz y tranquilidad que ha servido como refugio de las artes… y de la jet set. Ya con el hotel en pie, el legado cultural no ha hecho más que crecer.

1 /5
RHFOR VIEW 89 low. Un hotel con premio... cultural

Foto: Hotel Formentor

1 / 5

Un hotel con premio... cultural

Las vinculación del hotel con la cultura ha sido una máxima en los casi 100 años de edad del establecimiento, no obstante ahí se encuentra gran parte del propósito de su creación: la divulgación. Desde su nacimiento aquí se han reunido artistas, humanistas y diferentes personalidades del siglo XX porque el hotel Formentor era, y sigue siendo, un espacio para debatir, charlar y aprender además de para mirar la vida desde una tumbona. Las Conversaciones Literarias Formentor, creadas por Diehl y cuyo origen data de 1930, han dado paso también a otros formatos de gran peso cultural como los Premios Formentor, creados en 1961, y que suponen un reconocimiento a la calidad de diferentes autores cuya obra consolida el prestigio y la influencia de la literatura. Hoy por hoy, autores como Jorge Luis Borges, Samuel Becket, Saul Bellow o Jorge Semprún cuentan con uno de los galardones.

FORMENTOR - Foto fija © Cristina Moñivar (8). Un documental de toda una vida

Foto: © Cristina Moñivar (8)

2 / 5

Un documental de toda una vida

El hotel Formentor es además protagonista de su propio documental, ‘Formentor. El mar de las palabras’, donde se relata la relación del hotel con la cultura a través del testimonio de reconocidos artistas nacionales e internacionales enamorados del lugar. Proyectado en el Atlántida Film Fest, en la cinta aparecen celebridades como Audrey Hepburn, Charles Chaplin, Winston Churchill o Grace Kelly, y hace un repaso por los más de 90 años de historia del hotel que sentó las bases del turismo cultural y de lujo en España. Y es que la simbología literaria de este rincón mallorquín se remonta incluso a antes de su propia construcción. Como se puede ver en el documental, los terrenos donde hoy se ubica el hotel pertenecían a la familia del escritor mallorquín Miquel Costa i Llobera, quien dedicó el poema Lo pi de Formentor al pino autóctono de la bahía y cuyos versos siguen recitándose en las escuelas mallorquinas casi un siglo después.

 

El Formentor, a Royal Hideaway Hotel (nombre que adoptó tras la adquisición por parte del Grupo Barceló) es, pues, un icono vivo del turismo de lujo por cuyas habitaciones han pasado todo tipo de personalidades, y donde hasta Grace Kelly y Rainiero de Mónaco pasaron parte de su luna de miel aquí. Pero también pensadores y escritores como Camilo José Cela, Carlos Barral, Robert Graves, Carlos Fuentes o Mario Vargas Llosa, a quien el propio destino le sirvió como inspiración para escribir parte de una novela. Y a quién no.

RHFOR VIEW 87 low. Un hotel con premio... cultural

Foto: Hotel Formentor

3 / 5

‘Joie de vivre’ a la mallorquina

No resulta fácil llegar hasta aquí. Al fin y al cabo, nadie dijo que llegar al paraíso lo fuera. Los 10 kilómetros que unen el Port de Pollença con Formentor son, seguramente, algunos de los más vertiginosos que ofrece la isla. Así comienza la experiencia, con un viaje de unos 20 minutos que ofrece inmejorables vistas del cabo, muchas curvas y unos cortados no aptos para cardíacos. Es la fuerza bruta de la naturaleza, el preludio de todo lo que está por venir que hoy se divisa desde la carretera pero que en la inauguración de 1929, los invitados tuvieron que experimentarlo desde el mar, ya que llegaron en barca.

RHFOR INT 31 med. Periodo de transición

Foto: Hotel Formentor

4 / 5

Periodo de transición

A pesar de que el hotel Formentor nació en 1929, fue en 2006 cuando Barceló compró la propiedad de la que quiso conservar el carácter original, además de continuar con el impulso cultural para el que fue concebida. Y si bien es cierto que durante todos estos años el trabajo ha sido notable por parte de la cadena mallorquina, hoy en día el hotel, que sigue colgando el cartel de completo gracias a su alta tasa de fieles repetidores, atraviesa un periodo de transición extraño entre lo que fue y lo que podría ser, pendiente de afrontar una más que necesaria reforma integral de la que aún no se sabe si se hará cargo la propia Barceló o correrá a cargo de Four Seasons y sus socios promotores OHL y Mohari (mismo tándem que en el Four Seasons de Madrid). De momento, ninguno de los posibles implicados se pronuncia sobre el futuro del hotel.

A pesar de que el edifico es histórico, no está protegido por patrimonio, de ahí que la reforma prevista, bien sea por unos o por otros, vaya a ser épica. Hoy en día cuenta con 121 habitaciones dobles y dobles superiores, así como 18 junior suites y tres suites. La arquitectura del Formentor permite que solo 10 de esas habitaciones tengan balcón, en cualquier caso hay magníficas vistas al mar o al bosque desde casi todas las ventanas. Y sin bien los interiores de la propiedad responden más bien a los gustos de célebres invitados históricos como Chaplin o Winston Churchill (una de las suites está dedicada a él), en el exterior la cosa cambia a mejor, y lo hace hasta límites insospechados.

iStock-1224664667. Nirvana hotelero

Foto: iStock

5 / 5

Nirvana hotelero

El Formentor, a Royal Hideaway Hotel, se encuentra completamente aislado, escondido y amparado por la Bahía de Pollença. Un capricho de la naturaleza que cuenta con unos exteriores idílicos, propios de cualquier imagen de postal. Y en ella, perfectamente integrado, se encuentra todo lo que el Formentor ofrece a sus privilegiados huéspedes, que va desde una gloriosa piscina exterior envuelta en un exuberante vergel hasta hamacas y sombrillas (con cargo, incluso si eres huésped) frente al mar y a las que se llega gracias al acceso directo a la playa con el que cuenta el hotel. Una playa considerada, además, como una de las más bonitas del mundo gracias a su forma de media luna, a sus aguas cristalinas y a sus imponentes vistas a la bahía.

 

El hecho de una gran parte del staff del hotel lleve más de 20 años trabajando aquí garantiza, de alguna manera, un servicio cortés, eficiente y discreto que siempre, y esto no es nada sencillo en hotelería, se muestra disponible para ofrecer asistencia. De ahí que a pesar de las carencias evidentes que hoy arrastra la propiedad, el Formentor, a Royal Hideaway Hotel se haya convertido en un destino es sí mismo, con estancias que superan la media de España de huéspedes que ni se plantean cruzar el umbral del hotel nada más que para decir “hasta la próxima”. A esto también ayuda su cuidada gastronomía, que si bien en tiempos de Covid tampoco atraviesa su mejor momento. Daños colaterales que han sabido capear con elegancia y buen hacer, como todo lo que llevan durante años logrando en este hotel que suma y sigue. Y así que pasen 100 años más.