Hoteles (nuevos) con historia

El hotel-hacienda-cortijo de Granada que nació "de una locura"

Ubicado en pleno valle del Lecrín, La Esperanza es mucho más que una apertura, es una nueva forma de sumergirse en la naturaleza.

Fue un pálpito, instinto, energía - o el término místico que se prefiera utilizar - lo que condujo a la reconversión de un antiguo cortijo en pleno valle granadino de Lecrín en un hotel de lujo de tan solo ocho habitaciones. Con la naturaleza como fiel compañera, la hospitalidad japonesa de La Esperanza acaba de abrir sus puertas para encontrar la desconexión absoluta en medio de cuatro hectáreas y media de jardines, huertos y plantaciones arbóreas.

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La Esperanza Granada  patio 2 © Preferred Hotels & Resorts. Surgido de una corazonada

Foto: Preferred Hotels & Resorts

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Surgido de una corazonada

Era el año pasado, concretamente el 12 de junio de 2020, cuando Christine Cunanan decidió que quería abrir un hotel en España. Lejos de ser oriunda del destino o pertenecer al sector, esta periodista de viajes nacida en Filipinas y establecida en Tokio se encontraba aterrizando en el país nipón cuando se le apareció la idea. “Concretamente a 15 minutos de aterrizar”, recuerda en una charla con Viajes National Geographic. El sueño se volvería realidad apenas unos días más tarde con una búsqueda en internet y la compra  -prácticamente a ciegas- de un cortijo perdido en medio de la provincia de Granada.

Porque Cunanan ni conocía la zona ni la visitó hasta unos meses después de la adquisición. Pero hubo algo que la llevó a saber que sería todo un acierto. De hecho, el nombre de este nuevo miembro de Preferred Hotels & Resorts, La Esperanza, es la alegoría perfecta para recordar que “estábamos en medio de la pandemia” cuando el proyecto tomó forma.

La-Esperanza-Granada- back-garden-©-Preferred-Hotels-&-Resorts. En un entorno inmejorable

Foto: Preferred Hotels & Resorts

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En un entorno inmejorable y virgen

Situado entre las agrestes y protegidas tierras que ofrece el Valle de Lecrín, imponente desde lo alto y aislado de vecinos, La Esperanza puede presumir de ser un alojamiento con las mejores vistas en la zona. Aún desconocido para buena parte del turismo, este territorio natural ubicado a los pies de Sierra Nevada, vecino a La Alpujarra y a medio camino entre la inmortal Granada y la costa, ofrece esa magia que solo un rincón todavía sin explotar sigue emanando y que hará las delicias de los amantes de la tranquilidad, la desconexión y la privacidad.

En realidad la poca promoción del valle de Lecrín es un factor engañoso para todo aquel que después la conoce. Con olor a naranjo y limonero en todo el valle, esta vertiente suroccidental del icónico macizo invita a descubrir rincones como el pueblo de las Albuñuelas, el castillo de Zoraya, la sierra de los Guájares o el barranco de Luna. Es también visita obligada, especialmente para los amantes de las aves, la laguna de Padul – la segunda mayor extensión de carrizal de Andalucía tras Doñana – que inunda de azul un espacio donde el verde lo domina todo.

La Esperanza Granada  bar salon © Preferred Hotels & Resorts. Un oasis de antigüedades

Foto: Preferred Hotels & Resorts

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Un oasis de antigüedades

La ubicación mágica de la Hacienda, como Cunanan gusta de llamar a su proyecto, es per se un sobresaliente. Pero la matrícula de honor espera una vez se atraviesan los dos leones que custodian la verja de entrada de la propiedad. Una meticulosa reconversión de meses y meses de trabajo y búsqueda de piezas de coleccionista ha hecho de un cortijo sencillo un hotel boutique rural de lujo donde la esencia granadina se respira en todos sus rincones. Ya sea en las habitaciones distribuidas en torno a un gran patio central, en el salón-comedor principal o en la villa privada que preside el complejo, el alma y buen gusto de la propietaria se traduce en delicadas piezas de decoración y mobiliario escogidas por ella una a una para la ocasión. Descendiendo de anticuarios no podía ser de otra forma, valga el dato.

Uno pierde la cuenta de las joyas del anterior siglo que se distribuyen por el hotel - ya sea en forma de delicados jarrones, una elegante colección de arte donde el flamenco es importante protagonista y hasta un brasero centenario – y que fueron comprados en tiendas de la zona para crear un hotel fiel defensor de lo local y reflejo absoluto de la provincia en que se encuentra. Y aunque son pocas las piezas que ya estaban antes de la compra las que se han mantenido, las que lo han hecho, como el imponente piano de cola Bechstein de 1903 que aún suena afinado en el salón, concuerdan a la perfección con el aire elegante de la propiedad.

La-Esperanza-Granada- patio-3-©-Preferred-Hotels-&-Resorts. Inspirado en La Alhambra

Foto: Preferred Hotels & Resorts

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Inspirado en La Alhambra

El respeto y admiración por el área, sumado a ese savoir faire japonés donde todo está más que pensado, llevó a Cunanan a recrear un patio interior nazarí que es, nada menos, que una oda viva a la Alhambra. De hecho, “las dimensiones son las mismas que la del Patio de Leones”, cuenta la propietaria. Un guiño divertido que todo amante de la arquitectura apreciará y al que hay que sumar un laborioso trabajo artesano que inunda de color el espacio. Porque no es cuestión baladí señalar que el encargo de devolverle la vida a tan importante punto común a golpe de unos elegantes y vibrantes azulejos fue dado al negocio granadino cerámica Alyarrar, que con mano sabia lleva cinco generaciones dedicándose a ello.

Amarillos, azules, rojos, decoran la pequeña alberca en la que muere el agua vertida de una fuente en mármol y conducida por un canal central que; a juego, parecen hablar con los árboles plantados en elegantes maceteros que custodian tan representativo elemento. De hecho, una guinda más del pastel en esta pequeña Alhambra rural: el jardinero que se ocupa precisamente de la magnánima naturaleza que invade la propiedad comparte tarea con el cuidado verde de la joya palatina.

La Esperanza Granada Master suite sitting area 2 © Preferred Hotels & Resorts. La joya de la corona

Foto: Preferred Hotels & Resorts

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La joya de la corona

Junto a las seis habitaciones del hotel que se distribuyen por los porticados laterales del patio se encuentra la que sirviese como vivienda de los anteriores propietarios. Esta villa de dos plantas ha sido acomodada como una parte más del hotel y reconvertida en una exclusiva propiedad que puede reservarse en su conjunto con cocina propia, salón comedor, jardín privado, un completo baño con vestidor - y unos grifos dorados de época que uno no puede dejar de mirar - y una habitación de altos techos que aseguran la máxima privacidad y confort.

 

No tiene precio el desayunador abierto al valle o las tres terrazas privadas que se distribuyen por la vivienda. Tampoco los rincones románticos que Cunanan ha creado para el disfrute en absoluta intimidad como el mirador sombreado por un árbol que, al pie del precipicio, invita a disfrutar de los últimos rayos de sol.

La-Esperanza-Granada- 2nd-Private-terrace-of-master-suite-©-Preferred-Hotels-&-Resorts. Más rincones mágicos

Foto: Preferred Hotels & Resorts

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Más rincones mágicos

Más miradores privados, pérgolas sombreadas y cenadores se pueden encontrar fuera de la villa privada para el disfrute de todos los huéspedes. De hecho, su oferta para bodas ha calado con gran interés, pues un espacio natural pensado para ofrecer banquetes ya cuenta con varias reservas. Ya sea para celebrar o simplemente para disfrutar de un momento romántico, sumergirse en la tranquilidad de los alrededores llega, además, con la posibilidad de darse un chapuzón en su piscina, relajarse en su jacuzzi o practicar algo de deporte en la cancha de tenis.

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Foto: Preferred Hotels & Resorts

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Un entorno sabroso

Parecía que no podía haber más en esta hacienda pero solo hace falta acercarse a la parte posterior para descubrir el colindante vergel de pepino, sandía y hierbas aromáticas que compone su huerto y al que sucede un terreno en pendiente lleno de naranjos, olivos, aguacates y limoneros. Apostando por crear un destino agroturístico, en La Esperanza el modelo es claro: un hotel donde se pueda disfrutar de la naturaleza tanto con la vista como con el paladar.

Es por eso que sus plantaciones no son un mero complemento estético. Basta probar el zumo de naranja recién exprimido, las tostadas con uno de los cuatro tipos de tomate que han plantado o la selección de fruta de temporada recién cogida del huerto para saber que aquí hay amor por la tierra. Es más, fiel amante del gazpacho, todo huésped que se precie debería probar el que hace la propietaria de La Esperanza.

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Foto: D.R.

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Más estrellas

Poder vivir en primera persona una clase de horticultura es, por ejemplo, una de las experiencias que La Esperanza tiene preparada en su cartera. Pero hay mucho más. Desde menús privados elaborados por María Pimiento, tratamientos de spa a clases de yoga, la clave está en hacer del hotel una vivencia 360 grados que complemente la visita a este rincón granadino de cinco estrellas.

Una oferta que abarca tanto dentro como fuera del complejo, pues no faltan tampoco visitas guiadas por la vecina Granada o rutas por el agreste paisaje. Además, apostando por la economía circular y abierto a todo tipo de propuestas, el hotel apuesta por buscar sinergias con compañías y empresarios locales con las que acercar, un poquito más, el alma de esta campiña – ya no tan – desconocida. ¿Una recomendación personal? Que nadie deje de venir a esta zona sin tumbarse bajo el manto del cielo y disfrutar de una clase de astronomía.

La Esperanza Granada  patio 2 © Preferred Hotels & Resorts