Si bien es cierto que lo más conocido de Praga es el Puente de Carlos IV y el Reloj Astronómico de la Plaza de la Ciudad Vieja, hay que mencionar que el lugar más popular y el que utilizan los checos como meeting point es la estatua del Rey Wenceslao en la plaza que lleva su nombre. Este bulevar de 750 metros de largo y 60 de ancho acoge decenas de tiendas de lujo, los mejores hoteles y restaurantes, pero vale la pena poner la vista en uno, en el hotel Occidental Praha Wilson, y conocer su historia desde dentro sabiendo que al asomarse por la ventana el visitante va a estar no sólo en kilómetro cero de la ciudad checa, sino en uno de los lugares en los que se ha hecho historia una y otra vez en la República Checa.