Con vistas al pasado

Hoteles con historia: Occidental Praha Wilson

En una ubicación privilegiada, este hotel mezcla el glamour cosmopolita con la crudeza de una historia con final feliz.

Si bien es cierto que lo más conocido de Praga es el Puente de Carlos IV y el Reloj Astronómico de la Plaza de la Ciudad Vieja, hay que mencionar que el lugar más popular y el que utilizan los checos como meeting point es la estatua del Rey Wenceslao en la plaza que lleva su nombre. Este bulevar de 750 metros de largo y 60 de ancho acoge decenas de tiendas de lujo, los mejores hoteles y restaurantes, pero vale la pena poner la vista en uno, en el hotel Occidental Praha Wilson, y conocer su historia desde dentro sabiendo que al asomarse por la ventana el visitante va a estar no sólo en kilómetro cero de la ciudad checa, sino en uno de los lugares en los que se ha hecho historia una y otra vez en la República Checa.

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El 'hotspot' de Praga

© Hotel Occidental Praga Wilson

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El 'hotspot' de Praga

A pesar de que la Plaza de Wenceslao se localiza en la Ciudad Nueva, desde siempre ha sido el punto neurálgico de la capital por excelencia presenciando muchos de los acontecimientos de la historia reciente de Praga y de la República Checa. En Edad Media se ubicaba allí el mercado de caballos más importante de la capital y desde principios de la Edad Moderna se ha convertido en el epicentro de acontecimientos, celebraciones y protestas sociales como el inicio de la Revolución del Terciopelo que dio lugar a la posterior caída del Comunismo en 1989. En la actualidad se la considera el epicentro cultural y financiero de la parte nueva de Praga.

De centro comercial ‘delicatessen’ a hotel

Imagen cedida por Occidental Praha Wilson © Josef Sudek

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De centro comercial ‘delicatessen’ a hotel

El lugar y la estructura en la que se encuentra en la actualidad el Occidental Praha Wilson perteneció hace 140 años a un edificio de casas construidas en 1880. Pero el 5 de mayo de 1945, en medio de la II Guerra Mundial, un comandante de las SS emitió una orden a las Fuerzas Aéreas Alemanas contra los insurgentes de Praga haciendo que ese edificio quedase prácticamente derruido.

El objetivo principal era el de bombardear la sede de la radio, algunos edificios del área de la Plaza de Wenceslao y el centro histórico del margen derecho de Praga con tan mala suerte que, el piloto encargado de lanzar la bomba sobre la radio, al no encontrarla en medio de la inmensidad de la noche, decidió lanzar la bomba sobre alguna de las casas de las esquinas de la Plaza de Wenceslao cayendo de pleno sobre este edificio.

Una vez terminada la guerra, entre 1954 y 1957, esta construcción se convirtió en los grandes almacenes Bílá Labut que evolucionaron hasta dar lugar a la conocida Casa de los Alimentos.

Pasión por lo gourmet

© Imagen cedida por Occidental Praha Wilson

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Pasión por lo gourmet

Al finalizar la guerra, y en pleno periodo comunista, se creó la primera tienda de alimentos gourmet: The Food House. Aunque en esta época los bienes se consideraban un lujo burgués y un derroche, en medio de este periodo surgió un concepto de almacenes de alimentación que hasta ese momento no existía. En la Casa de los Alimentos se creaban sándwiches de producción local, se ofrecía la más fina carne de cangrejo de Kamchatka, ensaladas delicatessen y el mejor caviar. Todo esto al finalizar la guerra y a un precio accesible al consumidor.

La época de oro de The Food House finalizó a principios de la década de los noventa y, aunque no se mantuvo en pie ni cuarenta años, la huella que dejaron estos almacenes con productos gourmet todavía sigue presente. De hecho, algunos checos dicen que nunca ha vuelto a haber un espacio gourmet tan selecto como aquel.

Un merecido homenaje

© Hotel Occidental Praga Wilson

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Un merecido homenaje

Tras este periodo, la Casa de los Alimentos se transformó en el hotel que conocemos hoy en día, el Occidental Praha Wilson, logrando mantener la historia que cuentan sus cimientos y sin olvidar todos los acontecimientos que durante casi 150 años han sucedido en su interior. Por esa historia, el nombre del hotel hace referencia a Thomas Woodrow Wilson, vigésimo octavo presidente de los Estados Unidos, quién asumió el cargo desde 1913 hasta 1921. Y es que fue el presidente Wilson el que, junto a los compatriotas checos y eslovacos asentados en el país americano, tuvo un gran mérito en el nacimiento de Checoslovaquia.

Historia y bullicio

© Hotel Occidental Praga Wilson

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En pleno bullicio

A día de hoy, el Occidental Praha Wilson es considerado uno de los hoteles mejor localizados de la ciudad permitiendo al visitante recorrer cada uno de los barrios y monumentos más conocidos a pie y por emplazarle en uno de los espacios con más historia y bullicio de la capital checa.

Además de por su localización, destaca por sus cuidados interiores de estilo clásico y por un buffet con el que ponerse las pilas para todo el día. Aunque si bien es cierto, en su restaurante sólo ofrecen desayunos (¡pero qué desayunos!), cabe desatacar que su room service es para disfrutarlo tumbado en la cama tras haberse pateado media ciudad.