Los hoteles tienen siempre un papel protagonista en la gran mayoría de las películas en las que aparecen. ¿Quién no recuerda a Julia Roberts en el Beverly Wilshire (propiedad ahora de la canadiense Four Seasons) relajándose en unas bañeras a ritmo de Prince? Una escena, un espacio o una canción son del todo inolvidables para muchos si se han rodado en cualquiera de estos hoteles.