Quien más, quien menos ha imaginado vivir en uno de esos apartamentos que hay en las exposiciones de los IKEA de todo el mundo. El salón se ve acogedor, la cocina, incluso el baño, y las camas se ven confortables como para estar toda la mañana de un domingo leyendo el diario mientras se desayuna. Pero luego la realidad evidencia que tal vez no sea tan buena idea vivir en 15 o 20 metros cuadrados y menos en pareja o se tienen hijos. Aunque la cosa cambiaría si a uno de esos pequeños apartamentos expuestos le pusieran ruedas y se pudieran aparcar en cualquier lugar, por ejemplo, en un prado con vistas a las montañas. Pues eso es lo que ha hecho la marca sueca: crear su primera mini casa rodante, y en tiempo de pandemia parece una buena y estilista idea para llevarse el hogar de viaje.