Barceló Nura

Instrucciones para disfrutar de la cara más relajante de Menorca

El sureste de la isla es, todavía, un oasis que combina arquitectura vernácula, paisajes incorruptos y hoteles escondidos.

La Punta de s'Esperó se despierta antes que el resto de Menorca. El sol ilumina el extremo más oriental de España y rápidamente se cuela en la Fortaleza de Isabel II, conocida como La Mola, para arrojar luz sobre la historia de una isla objeto de deseo de numerosos pueblos y civilizaciones. Los fenicios y griegos se instalaron en la isla gracias a su ubicación y a las posibilidades que ofrecía para sus intercambios comerciales. Los primeros denominaron a la isla como Nura, evocando el fuego que veían desde las embarcaciones.

La costa sureste de Menorca es un pequeño oasis rodeado de naturaleza y de calma, donde destacan los pinos y las rocas frente al mar. A escasos 20 minutos de Maó, en Biniancolla se encuentra el hotel Barceló Nura, un campamento base perfecto para sumergirse en la historia de la isla, en su costa más meridional y en sus proyectos turísticos y culturales de lo más especiales, como la bodegas de Binifadet o el museo Hauser and Wirth.

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Barceló Nura

Foto: Barceló Nura

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Sumergirse en la arquitectura vernácula contemporánea

Barceló Nura aterrizó en la isla en julio de 2021 con un objetivo: mimetizarse con su entorno. Y lo consiguió gracias a una arquitectura que se asemeja a las construcciones tradicionales blancas de dos alturas y balcones de madera que conforman la costa sur en localidades como Biniancolla, Binibeca o Punta Prima, entre otras. Más allá de sus 128 habitaciones -45 de ellas con piscina semi privada-, lobby, restaurantes, gimnasio y terraza con vistas al mar, el exterior del recinto se completa con tres piscinas comunes y espacios donde la naturaleza autóctona y los colores naturales son los protagonistas.

Su proyecto de paisajismo, que se basa en la integración del espacio interior-exterior, llega a las piscinas de agua salada, capaces de aportar beneficios al cuerpo y, a su vez, de evitar los residuos y las sustancias químicas y de reducir la contaminación y las emisiones de CO2.

Barceló Nura

Foto: Barceló Nura

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Desconectar frente al mar

Su ubicación y entorno, así como las políticas de sostenibilidad y responsabilidad medioambiental de las que presume, hacen del Barceló Nura un auténtico Wellness Retreat en el que el mar es el eje principal. El retiro Into the Sea Retreat propone una exclusiva experiencia para disfrutar de la naturaleza y cuidar cuerpo, mente y alma durante dos días con un programa integral y personalizado de 290 euros que combina lo mejor del yoga, el fitness y el universo wellness, con tratamientos exclusivos y productos de la isla, como las algas o las sales de Fornells.

La Mola. Rutas a pie y en catamarán

Foto: iStock

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Navegar y pasear por los 'camins de cavalls'

El retiro también incluye una serie de rutas de senderismo por los camins de cavalls de Menorca adaptadas a las condiciones físicas de cada personas, y una ruta en catamarán -por 68 euros más- con la que disfrutar del atardecer Mediterráneo y de los atractivos naturales y culturales del sureste de la isla. Desde el puerto de Maó, se pasa por la Isla del Rey, que desde 2021 alberga el espectacular museo Hauser & Wirth. Más adelante, la isla de Llatzaret, con sus torres y muralla, y la Fortaleza de Isabel II de la Mola, uno delos mejores ejemplos de arquitectura militar de la isla, muestran cómo las civilizaciones que han pasado por la isla han marcado su singular idiosincracia. Rumbo a Biniancollet, el talayot de Punta Prima sirve de ejemplo de la cultura talayótica que, candidata a Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO dada su importancia histórica y cultural, ha caracterizado el patrimonio y paisaje de la isla. 

Trepucó. Talayots

Foto: Menorca Talayótica

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Descubrir los orígenes de la civilización menorquina

El talayot de Punta Prima es solo uno de los que aguardan el este y el sur de la isla, entre los que destaca el poblado talayótico de Trepucó, de más de cuatro hectáreas de extensión. Aunque su estructura original fue arrasada durante la Segunda Guerra Púnica, todavía se puede observar parte de la muralla con dos torres cuadradas, dos talayats o torres circulares, el característico recinto de taula en forma de T y restos de viviendas. Otros de los que se pueden visitar cerca de Barceló Nura son los talayots de Toraixa, de Trebaluger y de Biniarroca. 

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Foto: Bodegas Binifadet

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Conocer la Menorca más rural y sus vinos

A escasos 750 metros de este último, se encuentran las Bodegas Binifadet, que abrieron sus puertas en 2004 después de 25 años como vid y bodega familiar. Situadas en el municipio de Sant Lluís, ocupan una extensión de doce hectáreas en las que se produce la mitad de vino de la isla, unas 100.000 botellas anuales. Con sus visitas guiadas dan a conocer la Menorca rural, mientras que con sus catas divulgan el vino de la isla, que se produce desde época del Imperio Romano, se mantuvo durante el período musulmán y adquirió su máximo esplendor en el siglo XVIII bajo el mandato británico. Cuenta, además, con un restaurante donde degustar recetas y productos locales.

Barceló Nura

Foto: Marco Jacoby

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Saborear Menorca

La exportación de los vinos de Binifadet llega hasta el resto de islas Baleares, Madrid y Barcelona, así como el Reino Unido, Puerto Rico, Bélgica y Alemania. Sin embargo, es en Menorca donde encuentra su mercado principal. En el hotel Barceló Nura se pueden degustar algunos de sus vinos, ideales para maridar con los platos locales, como pescados frescos y carnes a la brasa que el restaurante Sa Tranca ofrece todas las noches, pero también en su buffet, abierto para desayunar, almorzar y cenar, y en Llimona, el restaurante del lobby y la piscina con snacks y bebidas durante casi todo el día. Uno de los espacios más espectaculares para disfrutar de la carta de bebidas que tiene el Barceló Nura es la terraza B-Heaven, ubicada en la azotea del hotel, que ofrece maravillosas vistas al mar y música en directo.

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Foto: Barceló Nura

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Dormir tras ver el atardecer

Desde el B Heaven se contempla uno de los atardeceres más bonitos del sur de la isla, aunque también se puede disfrutar desde el paseo que queda a escasos 500 metros del hotel. Después, esperan las habitaciones de siete categorías diferentes, con piscinas semi privadas, jardín o balcones con vistas al mar, pero todas ellas con cama doble tamaño king, Wi-Fi gratuito y TV de 50’’, así como un baño equipado con ducha efecto lluvia, amenities y todo lo necesario para hacer de la estancia una experiencia de lo más agradable.

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