La Punta de s'Esperó se despierta antes que el resto de Menorca. El sol ilumina el extremo más oriental de España y rápidamente se cuela en la Fortaleza de Isabel II, conocida como La Mola, para arrojar luz sobre la historia de una isla objeto de deseo de numerosos pueblos y civilizaciones. Los fenicios y griegos se instalaron en la isla gracias a su ubicación y a las posibilidades que ofrecía para sus intercambios comerciales. Los primeros denominaron a la isla como Nura, evocando el fuego que veían desde las embarcaciones.
La costa sureste de Menorca es un pequeño oasis rodeado de naturaleza y de calma, donde destacan los pinos y las rocas frente al mar. A escasos 20 minutos de Maó, en Biniancolla se encuentra el hotel Barceló Nura, un campamento base perfecto para sumergirse en la historia de la isla, en su costa más meridional y en sus proyectos turísticos y culturales de lo más especiales, como la bodegas de Binifadet o el museo Hauser and Wirth.