En 1982 se alzó un arco de titanio a orillas del río Dnieper, en pleno centro de Kiev, con motivo del aniversario de la URSS: el Arco de la Amistad de los Pueblos, recientemente rebautizado como Arco de la Libertad del Pueblo Ucraniano. Con 35 metros de altura y 50 de diámetro, debajo se incluyó una estela de granito y dos figuras de bronce que representaban a un trabajador ucraniano y otro ruso sujetando una medalla soviética. Cuarenta años después, el día 26 de abril, las estatuas de bronce fueron desmanteladas por las autoridades de Ucrania como respuesta a la invasión de Moscú.
Ese mismo día, el alcalde de Kiev anunció que el arco pasaría a llamarse Arco de la Libertad del Pueblo Ucraniano y a lucir los colores de la bandera del país, así como la retirada de otros 60 monumentos y placas y el cambio de nombre de más de 270 calles con nombres vinculados a Rusia.
Finalmente, el pasado 14 de mayo el alcalde de la capital, Vitali Klitschko, anunció en su canal de telegram: "Hoy, el Ayuntamiento de Kiev ha decidido descomunicar el nombre del Arco de la Amistad de los Pueblos. Ahora es el Arco de la Libertad del pueblo ucraniano".
El arco y las tensiones entre Rusia y Ucrania
Ya en 2016, el ministro de Cultura Yevhén Nyshchuk anunció sus planes de desmantelar el arco como consecuencia de las leyes de descomunización y de las tensiones entre ambos países. En su lugar, se planteó colocar un monumento en memoria de los veteranos de la guerra del Dombás, aunque no llegó a ejecutarse.

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Dos años más tarde, en 2018 -en 2017 se había pintado con los colores del arcoíris con motivo al Festival de la Canción de Eurovisión celebrado en Kiev-, un grupo de activistas por los derechos humanos pintó una grieta en la parte superior del arco. Esta representaba el deterioro de las relaciones entre ambos países y para quería denunciar la ocupación rusa de Crimea y de Dombás, así como la detención de ciudadanos ucranianos por motivos políticos.
El 26 de abril de 2022, se desmantelaron las estatuas de bronce con una acción simbólica en la que se cortó la cabeza de una de las figuras humanas, aunque se mantuvo la estela de granito, que representa el tratado de Pereyáslav de 1654 que proporcionaba protección al estado cosaco por parte del zar. Ahora, el cambio de nombre simboliza la destrucción total de la amistad entre Rusia y Ucrania, que desde la disolución de la URSS y tras la independencia de Ucrania en 1991, han tenido una relación convulsa que ha desembocado en la invasión rusa del país.

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