Geografía y metáfora

El libro que salva del olvido al río Miño

El gallego Xesús Fraga publica "Río Miño. Un viaje entre solsticios" (Premio Hotusa 2023), un viaje geográfico y sentimental a lo largo del río Miño.

Cuando Xesús Fraga (Londres, 1971) iba de camino a la escuela en la Galicia de su infancia, solía pararse a ver las escorrentías de las cunetas, por las que corría el agua arrastrando alguna ramita o la cáscara de una nuez, convertidas en el juego en carabelas y galeones. Resulta que todo juego infantil, por más inocente que parezca, es un aprendizaje para más adelante en la vida. A Xesús, caminante, periodista y narrador (Premio Nacional de Narrativa del 2021), aquel observar la naturaleza y aquel imaginar le ha valido ahora para afrontar la escritura del libro con el que se ha hecho valedor del XVIII Premio Eurostars Hotels de Narrativa de Viajes 2023: Río Miño. Un viaje entre solsticios (RBA Libros).
 

El Miño
Foto: shutterstock

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Un viaje entre el pasado y el presente

Como ocurre con la Carta Geométrica de Galicia que confeccionó el ilustrado Domingo Fontán en 1834, el primer mapa realizado en España con mediciones matemáticas, que sirve de guía a Xesús para su viaje de seis meses, del solsticio de invierno al de verano, a los largo del Miño, esa columna vertebral (geográfica y sentimental) de Galicia, en este libro cabe todo el río: los cantos rodados, las algas, la flora fluvial, las fuentes y los afluentes; las presas, los diques, los puentes, los batuxos y las insuas; los fantasmas, los santos, los ahogados, los poetas y los pueblos desahuciados por el franquismo. Pero el tiempo corre más rápido que el río, por eso, tal como cuenta Xesús, de volver a atravesar hoy el Miño, Domingo Fontán se encontraría con algo muy distinto a lo que vio.

A eso se dedica Xesús en su libro, a salvar la distancia que hay entre el pasado y el presente para poder mirar hacia el futuro, pues escribir sobre la naturaleza que nos rodea (lo que los anglosajones llaman Nature writing y aquí ha acertado etiquetar como Liternatura Gabi Martínez) comienza a menudo, como escribió Robert MacFarlane en el prólogo de Sueños árticos de Barry López, con lo estético pero siempre ha de ir a lo ético.  

 

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Cubierta cedida por RBA LIbros

Solastalgia, feísmo y belleza

Acuñado por el filósofo Glenn Albrecht en el año 2005, la solastalgia es la angustia producida por el cambio ambiental y climático en un paisaje querido que acaba impactando a las personas en forma de estrés emocional. Al dedicarse Xesús a la reconstrucción de la memoria de un paisaje como es el del Miño, recoge también esas heridas que el río acumula: “Si el paisaje -escribe Xesús- es depositario y custodia de la memoria de lo que ha visto, arrasarlo es arrasar esa memoria, la de todo ser vivo que alguna vez lo ha habitado u hollado o mirado. Mutilarlo o destruirlo implica también herir una relación ancestral…”.  

En cuanto a lo estético, no cae Xesús en el fácil bucolismo, colándose en las páginas de su libro también eso que se ha dado en llamar en Galicia el feísmo. Alguna que otra rueda de camión y plásticos entre retamas y tojos; la herrumbre de algunos puentes y estructuras férreas que dotan al paisaje de cierta atmósfera de “los parajes, primero conquistados y luego abandonados, del Oeste americano”. Están ahí también las diferentes centrales, moles de hormigón a lo largo del curso del río, como demonios industriales que han “invadido para siempre un paraje que nada pudo hacer contra”.

Miño y viticultura
Foto: shutterstock

Y sin embargo, cuánto acierto y cuántas bellezas hay por descubrir a lo largo del discurrir del río, algunas del ámbito acústico, trascendiendo lo visual, como el rumor que provocan los antiguos caneiros por donde se cruzaba antiguamente el cauce del río. Desde el pedregal de Irimia, donde no solo nace el río, sino “todo un mundo -dice Xesús- cuyas huellas fósiles perdurarán mientras queramos contemplarlas”, hasta llegar a la inevitable desembocadura en Portugal, frente al Atlántico, pasando por ciudades como Lugo y Ourense, pueblos como Portomarín, cuyas casas se arraciman en la ladera norte del Miño, la Ribera Sacra con su viticultura heroica, el románico crepuscular de Santo Estevo de Ribas de Miño. Domina Xesús todo lo necesario para poder meter la naturaleza entre los párrafos: tiene la mirada entrenada desde la infancia, el conocimiento del entorno que da una vida vivida en Galicia y el vocabulario preciso que sirve para nombrar la naturaleza. 

 

No se recorre el Miño sin que haya transformación porque el río es a la vez geografía y metáfora. Xesús comienza el viaje con dos preguntas que según Robert MacFarlane hay que hacerle a todo paisaje: ¿Qué sé de este lugar que no sepa de ningún otro? y ¿qué sabe este paisaje de mí que no sepa yo mismo? Dos interrogantes y dos extremos: la línea de todo viaje.