De la postal a la palabra

El libro de viajes que nació en el confinamiento

El fotógrafo Manuel Charlón ha aprovechado la cuarentena para aunar sus imágenes con historias emocionantes de sus compañeros de carrera.

Durante estos días de encierro, el fotógrafo Manuel Charlón (Santander, 1963) ha dado rienda suelta a su creatividad. En casa, ordenando como tantos otros temas atrasados, decidió poner orden en sus archivos fotográficos. Mientras lo hacía tuvo una idea “para ayudar a combatir el desánimo generalizado”. Así comenzó un viaje sin salir de casa, acompañado por redactores con los que ha viajado por el mundo a lo largo de tres décadas de carrera.

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Foto: Manuel Charlón

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El resultado es Viajes en confinamiento, un proyecto que vino al mundo sin saber muy bien su destino. Al inicio fueron apariciones esporádicas en sus redes sociales de fotografías que le evocaban viajes, personas y recuerdos. Ahora se confirma que va a ser un libro que se presentará en la próxima edición de la Feria del Libro de Madrid, patrocinado por la Fundación Notariado. El 100% de lo recaudado por su venta será donado a la investigación científica de la COVID-19.

Esta iniciativa tan personal de Manuel Charlón ha ido creciendo a lo largo de las semanas y al final son 88 escritores de viajes los que se han embarcado con él en este sueño. El fotógrafo, que en la actualidad vive entre Madrid, San Petersburgo y su Cantabria natal, ha elegido para cada uno una fotografía: “la imagen representa cómo veo yo a la persona, un recuerdo que tengo con ella, qué me inspira…”. Todas son imágenes blanco y negro, “para mí transmiten mejor los sentimientos”.

INSTANTÁNEAS ESCRITAS CON PALABRAS

Viajes en confinamiento es una obra que reúne a personas viajeras, de espíritu y profesión. “No se trata tanto de un libro de destinos, sino que mis fotografías eran un guiño a cada redactor para que este liberara su creatividad”. Lo curioso es que, sin seguir ningún libro de estilo o directriz, todos se han dejado llevar por sentimientos, recuerdos personales… “Lo que me gusta es que los relatos salen de dentro, no promocionan nada, les han salido del corazón. Y otra coincidencia. Todos los autores hablan en positivo de lo que para ellos es viajar. Ni una sola idea negativa”. Manuel Charlón dice sorprenderse porque son textos cortos y muy personales, pero todos hacen viajar visualmente y transmiten sensaciones, recuerdos a veces generacionales, lugares. Las fotografías se acompañan de instantáneas escritas con palabras.

“No se trata tanto de un libro de destinos, sino que mis fotografías eran un guiño a cada redactor para que este liberara su creatividad”

Para Charlón, “los periodistas y fotógrafos de viajes lo que hacemos es invitar a las personas a soñar, a visualizar cosas que posiblemente nunca podrán ver realmente”. Y en relación al momento que se ha vivido globalmente comenta “nos pueden encerrar entre cuatro paredes, pero la mente es libre y puede seguir volando. El viajar no requiere moverse, solo cerrar los ojos”. Eso es precisamente lo que han hecho los 88 compañeros que se involucraron con Charlón en esta travesía incierta que, con la próxima publicación del libro, habrá llegado a buen puerto.

UN GUIÑO DESDE VIAJES NG

La que aquí escribe también forma parte de Viajes en confinamiento. Mi texto, que acompaña la fotografía que mostramos, empieza diciendo: ”Nací en el Mediterráneo, como canta Serrat. Y el mar siempre ha sido mi paraíso, mi refugio, el lugar donde mi brújula interior, mi corazón, siempre me hace volver”. Pero quise acabarlo con una postdata a Manuel: “El 8 es el número del infinito, se entiende mejor colocando su símbolo en horizontal. Yo acompañaba a Manuel en el primer viaje de prensa que realizó y ahora, sin buscarlo, yo cierro el círculo de estos relatos con el número 88. Mi agradecimiento por haberte acordado de mí para este proyecto, por no haber olvidado nuestras raíces y porque si es cierto que los viajes expanden la mente, son las personas las que nos fortalecen el corazón. ¡Feliz Viaje!