El lago del museo Guggenheim de Bilbao amanece cubierto de puntos rojos. Lunares, círculos, esferas flotantes que presagian la llegada de una de las exposiciones más esperadas de esta temporada: Yayoi Kusama: desde 1945 hasta hoy. La muestra, que se prolongará del 27 de junio al 8 de octubre de este año, presenta por primera vez en España una retrospectiva de la obra de Kusama, considerada la artista femenina viva más influyente de la actualidad y la creadora japonesa más cotizada del mundo.
Compuesta a partir de 200 piezas, entre las que se incluyen dibujos, pinturas, esculturas, instalaciones y material documental sobre su happenings y performances, la exhibición recorre los temas fundamentales de la obra de Yayoi Kusama e incluye los elementos clave de su sello como artista: lunares, calabazas y espejos en los que se despliegan escenarios infinitos.
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Retrospectiva del alma de la artista
A diferencia de otras retrospectivas de la obra de Yayoi Kusama, como la exposición celebrada en la Tate Modern de Londres en 2012, la muestra del Guggenheim se aleja del orden estrictamente cronológico para centrarse en las cuestiones existenciales de la exploración creativa de la artista. De ahí surgen las seis secciones o temas en los que se divide la exhibición: Autorretrato, Infinito, Acumulación, Conectividad radical, Lo biocósmico, Muerte y La fuerza de la vida.

Colección de la artista © YAYOI KUSAMA
Cada sección está conformada por distintas obras de Yayoi Kusama vinculadas a un tema en concreto, desde sus primeros bocetos de flores, pintados en Japón durante la Segunda Guerra Mundial, hasta sus últimas instalaciones inmersivas hechas con luces y espejos, pasando por la colorida obra avant-garde realizada durante sus años en Nueva York.
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Más allá de las calabazas, los tentáculos y los reflejos caleidoscópicos, el recorrido por la exposición invita a seguir uno de los símbolos más representativos de la artista: los lunares. “El lunar tiene forma de sol, que es símbolo de la energía del mundo y de nuestra vida, y tiene también la forma de la luna, que es la quietud. Los lunares no pueden estar solos, como sucede con la vida comunicativa de la gente, dos o tres o más lunares llevan al movimiento”, afirmó la artista.

©YAYOI KUSAMA Cortesía de Ota Fine Arts
La trayectoria de una pionera
La obsesión de Yayoi Kusama por estos lunares viene de su infancia y juventud, cuando empezó a sufrir alucinaciones en las que veía cómo distintos patrones y puntos se extendían por el lugar en el que ella se encontraba. Nacida en Matsumoto en 1929, en el seno de una familia de comerciantes de semillas, Kusama pronto descubrió en el arte su refugio particular.

Colección de K11 © YAYOI KUSAMA
Siguiendo su temprano interés por esta disciplina, Kusama estudió Nihonga (pintura tradicional japonesa) en Kyoto en 1950 y, una vez terminados los estudios, se trasladó a Nueva York impulsada por el consejo de su amiga Georgia O’Keeffe. Durante dos décadas, Yayoi Kusama formó parte de la escena vanguardista de la Gran Manzana, codeándose con artistas como Andy Warhol, Joseph Cornell o Donald Judd. Durante aquellos años, la artista realizó diversas acciones y performances a favor de la liberación sexual y en contra de la discriminación racial o de género, la guerra de Vietnam y el expresionismo abstracto, que consideraba machista.
En 1972, decidió regresar a Japón, donde tuvo que ver cómo su obra valorada y aplaudida en los Estados Unidos sufría una incomprensión absoluta en su país natal. Esto, sumado a la muerte de su padre y a la de su amigo y compañero sentimental, Joseph Cornell, sumió a Yayoi Kusama en una profunda depresión. Temiendo quitarse la vida, la artista decidió internarse de manera voluntaria en un psiquiátrico, donde reside desde entonces.

Colección Lito y Kim Camacho © YAYOI KUSAMA
Arte para curar al mundo
Decidida a convertir sus alucinaciones, su universo obsesivo e incluso su enfermedad mental en arte, Yayoi Kusama ha seguido creando desde ese espacio seguro, respaldándose en el arte como forma de supervivencia y curándose a sí misma para “curar a toda la humanidad”. Así se ha convertido en una figura admirada por los críticos y un icono global que ha cautivado a grandes diseñadores y firmas, como Louis Vuitton.
Según ha comunicado Doryun Chong, uno de los comisarios de la muestra, la artista de 94 años ha querido participar en la inauguración de su exposición bilbaína con las siguientes palabras: “En este mundo caótico, usaría todo el poder del arte para expresar totalmente el deseo de paz y la magnificencia de la humanidad. Corazones ardiendo con amor rojo fuego, eterno e inagotable. Oremos juntos por el amor”.

Colección de Ota Fine Arts © YAYOI KUSAMA
información práctica
Yayoi Kusama: desde 1945 hasta hoy
¿Dónde?
Museo Guggenheim de Bilbao
Abandoibarra Etorb., 2,
48009 Bilbo, Bizkaia
Horario.
De martes a domingo de 10h a 19h
Precio:
Entrada general: 16€.
Pensionistas, mayores de 65 y jóvenes (entre 18 y 24 años): 8€.
Niños hasta 17 años: Entrada gratuita