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Lluçanès, la misteriosa comarca catalana de las brujas

El pueblo catalán de Sant Feliu Sasserra repasa la historia de la brujería con un museo, una fiesta y una feria el 31 de octubre y el 1 de noviembre.

La comarca natural del Lluçanès fue una de las zonas de Cataluña donde más mujeres fueron condenadas por brujería. Desde el centro de interpretación de Sant Feliu Sasserra se pueden descubrir las creencias populares en torno a la brujería, los enclaves en que se decía que practicaban sus hechizos y los emplazamientos de las horcas en que se las ejecutaba.

El 31 de octubre y el 1 de noviembre el pueblo celebra su legado brujo con una fiesta y una feria con decenas de actividades. La excusa de las brujas es perfecta para acercarse a recorrer los caminos del Lluçanès y disfrutar con sus miradores sobre las sierras de alrededor, desde Montserrat y el Montseny hasta la silueta dentada del Pedraforca.

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51654796300 e8fbc58c89 b. Espectáculo

Edición de la Fes-ta Bruixa 2021. Eva Freixa / firabruixes.cat

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La fiesta más bruja

El 31 de octubre a las 9 de la noche se abren las puertas de la 22ª Fes-ta Bruixa, la fiesta bruja de Sant Feliu Sasserra. El escenario escogido no puede ser más inadecuado para un aquelarre: la plaza de la Iglesia, frente al edificio emblema de la institución que condenó a muchas de aquellas mujeres, acusadas injustamente por vecinos tan devotos de Dios como cargados de supersticiones. 

El objetivo de la "Fes-ta Bruixa" es reivindicar la libertad que merecían aquellas mujeres y también las de ahora. Ese es el mensaje que transmite el espectáculo de danza y teatro de esta edición, Migrare, de la compañía Maduixa, una historia sobre las mujeres que migran en busca de un lugar donde empezar una nueva vida y las dificultades que encuentran. En cada edición se renueva el espectáculo teatral así como los conciertos que siguen a continuación y que animarán la plaza de la Iglesia y el pueblo entero hasta pasada la hora bruja.

Al día siguiente, el 1 de noviembre, la fiesta musical pasa a ser una feria de productos artesanos y espectáculos callejeros relacionados con la brujería en los pueblos del Lluçanès.

Sant-Feliu-Centre-Interpretacio-Bruixeria-13. Centro de Interpretación de la Brujería

Consorci del Lluçanès

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Centro de Interpretación de la Brujería

Sant Feliu Sasserra fue sede de los juicios por brujería que se realizaban en esta zona de la Catalunya central, un lugar de vías trashumantes entre los pastos de montaña y los mercados de las grandes ciudades. El Centre d'Interpretació de la Bruixeria permite conocer la vida y las creencias populares del pasado.

La primera sección del museo se dedica a las supersticiones en torno a la brujería, los amuletos que se colgaban a la puerta de las casas y el oficio de curandera –muchas de las mujeres acusadas de brujería lo eran–, así como los ingredientes naturales que utilizaban para elaborar sus remedios. Tras recorrer estas salas, un montaje multimedia basado en hechos reales describe la persecución, tortura y muerte de supuestas brujas en la comarca.

La visita puede completarse con un paseo guiado y de poca dificultad por el pueblo hasta el Serrat de les Forques, la colina en la que se levantaban las horcas. Una glorieta de estilo modernista se asoma ahora al magnífico panorama de campos, pueblos y bosquecillos del Lluçanès, enmarcado por el perfil de las montañas de Montserrat, Sant Llorenç del Munt, el Montcau y el Montseny.

ELSMUNTS-4-web. Miradores

Consorcio del Lluçanès

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Miradores para encantarse

Además de enclaves directamente relacionados con su pasado brujo, el Lluçanès ofrece otros alicientes para pasar uno o varios días disfrutando del paisaje. Gracias a su emplazamiento sobre un altiplano rodeado de sierras con montañas prominentes, esta comarca natural es un balcón excepcional en el corazón de Cataluña.

Hasta 12 miradores se asoman a vistas panorámicas kilométricas. A la mayoría se puede llegar en coche y cuentan con un restaurante cercano. Los miradores que requieren un paseo a pie son el del Castell de Lluçà (2,9 km), el de La Serra (Alpens) que sigue un tramo del GR-1, y el de La Creu Xica (Sant Martí d'Albers), con vistas del Pedraforca. 

Desde sus 1057 m, el mirador de Els Munts (Sant Agustí de Lluçanès) regala las puestas de sol más espectaculares. Ofrece una panorámica de 360º que abarca no solo el Lluçanès, sino también las singulares formas de Montserrat, las cumbres del Montseny, los picos de los Pirineos orientales y el emblemático Pedraforca. 

La característica doble cumbre del Pedraforca, por cierto, es la protagonista de una leyenda de brujas: se cuenta que subían volando o a pie desde el pueblo de Gósol para realizar allí sus aquelarres. No muy lejos, en el pueblo de Tuixén, el museo de las Trementinaires explica la tradición de las mujeres curanderas que recogían trementina de los árboles como parte de los ingredientes con los que elaboraban remedios medicinales.

 

Prats-Roc-Foradat-5

Consorci del Lluçanès

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Ruta de la Bruja Napa

A la última mujer ejecutada por brujería en Catalunya, en 1767, la llamaban Napa y cuentan que preparaba sus pócimas en el Roc Foradat, una piedra con un curioso orificio. Esta roca es una de las etapas de la Ruta de la Bruixa Napa, un recorrido de 6 km (1h40 aproximadamente) con salida y llegada al pueblo de Prats de Lluçanès. Hay más puntos relacionados con la brujería: la iglesia de Sant Pere del Grau, la ermita de Sant Sebastià y la Cadira d'en Galceran, una gran roca con forma de silla... ¿para brujas?

Lluca-Font-Bauma-Bous-provisional-7. Font-Bauma

Consorci del Lluçanès

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La cueva de los aquelarres

La Balma dels Bous es una cueva abierta en la pared de roca, de 40 m de largo y unos 10 m de profundidad. Se conservan los restos de un antiguo aprisco para guardar el rebaño y, en un extremo, una fuente cubierta de musgo con tres caños. Este encantador rincón próximo al monasterio de Lluçà se consideraba un lugar de reunión de brujas y, como tal, evitado por pastores y leñadores tras la puesta de sol.

Las formaciones rocosas han dado origen a numerosas leyendas de brujas. El muro de 15 m de alto y 30 de largo de Rocadepena, en Alpens, es una de ellas. Se cuenta que un día de Corpus, un padre y un hijo fueron al bosque a recoger ramas de boj para decorar las calles cuando pasara la procesión. Al llegar de noche cerca de la Rocadepena, oyeron llantos en uno de sus costados y risas en el otro; las voces cesaron con el primer rayo de sol del día siguiente.

Llucanes-Lluca-Monestir-4. Monasterio de Lluçà

Consorci del Lluçanès

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Monasterio de Lluçà

Castillos, iglesias, ermitas, fuentes y pueblos de calles empedradas conforman el rico patrimonio medieval del Lluçanès. Algunos de estos edificios y rincones pueden ser el objetivo de una excursión sencilla o de una serie de descubrimientos para un fin de semana entero.

El pueblo de Lluçà reúne dos enclaves destacados: un monasterio y los restos de un castillo que tiene uno de los miradores más espectaculares de la comarca. Se llega a pie desde el convento románico por un sendero de 3 km, señalizado con las marcas rojas y blancas del GR-1 y las amarillas del itinerario familiar "Pujada al Castell de Lluçà".

El monasterio románico de Santa Maria de Lluçà es uno de los conjuntos eclesiásticos más antiguos del país. La primera iglesia de Santa María se consagró el 22 de mayo del año 905 en el mismo enclave en que se halla el convento actual, al pie del castillo de Lluçà. Los monjes agustinianos se instalaron a partir de 1168 cuando el edificio se había ya ampliado y dotado de claustro y dormitorio. 

El recinto conserva capiteles románicos, pinturas góticas, sepulcros centenarios y piezas litúrgicas que se exponen al público. Está abierto a las visitas las cada día de la semana.