La fuerza de Juego de Tronos como inspirador turístico es indiscutible. Su impacto en rincones de toda España como San Juan de Gaztelugatxe o Girona ha traído consigo millones de visitantes que buscan desvirtualizar sus escenarios y recorrerlos como los principales protagonistas de dicha ficción. Incluso Dubrovnik se ha convertido para mucho en una especie de Desembargo del Rey real, dándose a conocer a las nuevas generaciones a través de las pantallas y bajo este nombre.
Por eso, la expectación generada por La Casa del Dragón, una serie precuela que se ambienta también en los Siete Reinos, aunque 172 años antes, es desmedida. Sobre todo, en estas localizaciones de España y Portugal que potencian su encanto con minutos de prime time y, sobre todo, vinculándose para siempre o reforzando su vinculación a una saga de ficciones que no parece tener fin.