Parecía un proyecto kamikaze y un tanto temerario por organizarse en 2020, pero el estreno de estos nuevos premios de ámbito estatal ha sido todo un éxito. En la ceremonia de entrega que tuvo lugar anoche en el hotel W de Barcelona se palpaban los nervios y la alegría de los asistentes -hoteleros, especialistas y periodistas- por recuperar cierta normalidad. Pese a que el aforo estaba muy limitado y reducido, el resultado fue un evento redondo en el que, por primera vez en España, se reconocía de forma independiente a aquellos establecimientos que han sido capaces de sublimar el lujo, de ir más allá de un término un tanto pervertido por un mal uso comercial y de ser mucho más que un lugar donde hospedarse para convertirse en referentes tanto para los huéspedes como para el resto de profesionales.
El jurado, conformado por profesionales de la cocina, el diseño, la hotelería y los medios de comunicación, eligió entre una serie de candidatos que previamente habían presentado sus bondades (y habían abonado un precio de inscripción) y concedieron este premio diseñado por el estudio de artesanos Comglass de Barcelona a estos hoteles en las diferentes categorías.