Es verano y el cuerpo se convierte en una brújula que solo apunta a una dirección: el agua. Allí donde haya una mínima alberca, allí que toca zambullirse. Para sumergirse, sobre todo en alta mar, se necesita un complemento indispensable: un reloj hermético preparado para soportar altas presiones bajo el agua, fuertes contrastes de temperatura y corrosión. Los modelos de las firmas suizas más cotizadas se sumergen cada vez más metros, lucen correas más resistentes y coloridas, como las de caucho, y materiales más ligeros como el titanio.
Además, estos relojes se caracterizan porque son legibles en la oscuridad, gracias a sus manecillas luminiscentes, y resistentes a los choques. Ayudan a controlar el tiempo máximo de inmersión, de manera que el cuerpo no absorba más nitrógeno del recomendable, y algunos miden las paradas de descompresión. Porque para explorar los fondos abisales (o para quedarse mucho más cerca de la superficie) se necesita un amigo ahí abajo, ya sea uno profesional o aficionado.
Para ello, esta selección de relojes es ideal ya que luce en las muñecas y, también, permiten bajar a las profundidades sin renunciar a la elegancia. Un complemento perfecto para viajar a esos destinos cuya belleza es directamente proporcional a los metros bajo el agua.