Madrid en verano es lo que sucede en sus terrazas. De hecho, más que el solsticio, lo que marca el inicio de esta estación es la apertura de sus terrazas más icónicas o, en su defecto, la retirada de las estufas con las que burlan el invierno. Cada año se inauguran nuevos espacios al aire libre que hacen del terraceo el deporte por excelencia de los meses de mayo y junio. Pero ¿qué hay para los que se quedan en julio y agosto en la capital? Pues mucha vida, sobre todo en estos atardeceres.