Art on the beach

Miami y el huracán Art Basel

Manual para disfrutar de una cita con el arte que revoluciona toda la ciudad

El único huracán sin cono de incertidumbre que amenaza cada año Miami es Art Basel (del 5 al 8 de diciembre). Es casi un tifón por su capacidad para ponerlo todo patas arriba. Y es pura certeza porque es el verdadero reloj de fin de año, el único mecanismo de una ciudad sin verano ni invierno para empezar de cero, resetear y ponerse guapa. Por eso, todo lo que sucede en torno a esta fecha es una especie de prólogo del año siguiente o, al menos, un termómetro que mide la temperatura creativa y las preocupaciones de la capital latinoamericana del arte. Todo ello sin necesidad de colarse entre las galerías que llenan el modernísimo centro de convenciones de Miami Beach.

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NGP 7544-Edit. Rumbo a un nuevo barrio

Foto: El Espacio 23

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Rumbo a un nuevo barrio

Miami es la única ciudad del mundo en la que se puede asegurar sin hipérboles que se ha creado un nuevo año. O, al menos, que se creará. Aquí las inversiones en arte y las urbanísticas van de la mano, de ahí que solo haya que seguir el olfato de los grandes coleccionistas de la ciudad para intuir hacia donde va a crecer la inexorable voracidad de los rascacielos de clase media-alta que ahora monopolizan el Downtown. Y ese no es otro que Allapattah.

 

La prueba número uno es la gran apertura del año, El Espacio 23, una nave un tanto invisible si no fuera por el neón que flanquea su entrada. Se trata de la joya de la corona de la faceta coleccionista de Jorge M. Pérez en la que expone las obras que posee comisariadas con cuidado y mucha intención. En palabras del propio Pérez a Viajes National Geographic, este espacio “va a tener temas que son muy importantes para mí como la política, los temas sociales como el racismo la inmigración el antifeminismo” apunta. De ahí que su primera exposición se llame Time for change y en ella dialoguen obras de Doris Salcedo, Ai Wei Wei o Michelangelo Pistoletto entre otros.

 

No muy lejos, otra de las familias vinculadas al mercado del arte de Miami, los Rubell, han apostado este mismo distrito ubicado entre la zona de los hospitales, Wynwood y el aeropuerto para ubicar la nueva sede de su colección. Un complejo mucho más grande en el que ubicar su fastuoso inventario creativo de los últimos 50 años donde hay desde esculturas de Jeff Koons hasta cuadros de Keith Haring y dos instalaciones de la siempre inquietante Yayoi Kusama.

Miami Leandro . Atasco en la playa

Foto: AP Images

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Atasco en la playa

Eso sí, no todo en Miami durante Art Basel es para siempre. Si estas dos aperturas prometen redirigir, hacia el oeste, el flujo del turismo cultural en la ciudad, en la playa Leandro Erlich ha vuelto a sorprender a todos con una creación abocada a la destrucción. Se trata de un gran atasco hecho con arena en el corazón de South Beach, una sucesión de esculturas llamada Order of importance (algo así como: cuestión de prioridades) con la que este activista protesta no solo contra los embotellamientos de una urbe sin apenas transporte público, también contra lo absurdo de una sociedad en la que los coches son más preciados que la propia naturaleza.

 

BAIRES. Más Argentina

Foto: Art Basel Miami Beach

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Más Argentina

Eso sí, Leandro Erlich no es el único artista de esta nacionalidad que ha aterrizado en Miami Beach. Desde hace un par de ediciones, Art Basel Miami Beach invita a una ciudad a exponer en el parque Collins lo mejor de su ecosistema creativo. En este caso, la seleccionada ha sido Buenos Aires que, mediante la muestra Disruptions, ha instalado grandes esculturas de Matías Duville, Graciela Hasper, Marie Orensanz, Pablo Reinoso, Marcela Sinclair y Agustina Woodgate que tienen un nexo común más allá de su enorme tamaño: están diseñadas para que el público interactúe con ellas y no sean tanto un emperador romano sino un columpio.

Vicuña. Otro norte

Foto: MOCA North Miami

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Otro norte

North Beach está demasiado lejos como para caer ahí por error. Por eso, el que fuera uno de los museos pioneros en coleccionar y exhibir arte en la ciudad, el MOCA, pone todo su empeño en estas fechas para desviar la atención del Downtown y de la playa. ¿Cómo? Pues comisariando dos exhibiciones temporales muy potentes pero que cumplen con sus requisitos: conmocionar y hacer reflexionar a la heterogénea y humilde comunidad que puebla las barriadas de esta urbe. La primera de ellas es la gran sala dedicada a la enorme performance Cecilia Vicuña, una artista chilena que destaca por su capacidad por impactar a través de decenas de lenguajes creativos. La segunda de ellas es la retrospectiva dedicada a Alice Rahon, una de las grandes olvidadas de la pintura surrealista mexicana. Pero, más allá de esta atrevida selección, lo que fascina es el empeño que le pone esta institución en acercar las obras al público general mediante visitas guiadas y talleres donde dos universos paralelos (el artístico y el del pan de cada día) se vuelven tangenciales.

 

IMG-5077. Una expo latinizante

Foto: Javier Zori del Amo

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Una expo latinizante

En Miami siempre hay que ir al PAMM. Por mucho que este edificio viejoven firmado por Herzog & de Meuron no haya conseguido convertirse en un Guggenheim tropical, sigue siendo la institución pública más respetable de la ciudad. Y no porque sea pública, sino porque se empeña en coleccionar obras que tratan de definir a los EE.UU. de hoy. Una breve introducción que ayuda a entender mejor el impacto de la exposición dedicada a Teresita Fernández, probablemente la artista viva nacida en Miami más relevante del panorama actual. Una muestra cuyo corte de cinta no ha coincidido con los fastos de Art Basel, pero sí que convive con este terremoto demostrando que Miami no es solo un mercado, sino también un vivero muy a tener en cuenta por mucho que Teresita haya despuntado en Nueva York.

 

The Bass. Vuelta a los 70

Foto: The Bass

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Vuelta a los 70

“El arte, más que una transacción económica, se ha convertido en un movimiento social y cultural muy importante en Miami”. Quien confiesa esto a Viajes National Geogrpahic con una rotundidad pasmosa es Silvia Karman Cubiñá, directora del museo The Bass, el más próximo de todos a Art Basel Miami Beach. Y no, no es un adjetivo que solo defina su cercanía geográfica, también su filosofía. Por eso, cuando se aproxima estos cuatro días mágicos siempre se empeña en sorprender a todos con una apuesta arriesgada pero llena de sentido. Este año, bajo la cubierta con la que Isozaki cubrió y amplió el precioso edificio de Russell Pancoast, loo que se va a montar es una fiesta.

 

La responsable de este follón es la artista americana Mickalene Thomas. La hija de la supermodelo Sandra Bush no solo considera a su madre un icono, también a la época en la que vivió. Por eso, para este año Artbaseliano, ha comisariado un bar inspirado en los 70 llamado Better Nights en el que cuelgan no solo obras suyas, sino de otros artistas marcados por esta época de libertad y reivindicaciones como John Edmonds o Nina Chanel Abney. Todo ello aderezado con performances, sesiones de DJ y veladas sin filtro.

Mama-Joon-Terrace-View-1. Al oriente de Miami Beach

Foto: Mama Joon

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Al oriente de Miami Beach

A las espaldas del The Bass espera la que se ha convertido en una de las grandes aperturas gastronómicas de la ciudad. Ubicado a orillas de un canal casi secreto del corazón de Miami Beach, Mama Joon es capaz de importar los mejores sabores del Mediterráneo Oriental sin para ello remitir a bazares exóticos ni remotos. Cuenta la retórica del lugar que se creó porque el dueño de la cadena de hoteles Life House (donde se encuentra este espacio), Ramo Zeidan, encontró un libro de recetas de su madre, de origen libanés. Pero detrás de esta historia también está el buen hacer de su chef Harry Capacetti quien ha sido capaz de elevar sus sabores a un nivel más moderno y rompedor. Sorprendente, incluso, para el viajero con más humus en su cuentaperitivos.

raleigh-garden-shot. Criaturas en el jardín

Foto: Raleigh Hotel

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Criaturas en el jardín

Probablemente, lo del hotel Raleigh sea la propuesta más evocadora de todo Art Basel 2019. Y es que en sus jardines, diseñados por el siempre exuberante Peter Marino, han instalado 39 esculturas del ya fallecido dúo de artistas Les Lalanne. Una apuesta por unir dos universos creativos aparentemente lejanos pero cuya unión resulta armoniosa. Además, pasearlo por la noche resulta mucho más estimulante ya que las criaturas aparecen iluminadas de la nada, aumentando es sensación de estar ante un safari rodeado de Art Deco.

Basel Hoyse. Coca cola con Street Art

Foto: Basel House

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Coca cola con Street Art

Wynwood no es, ni por asomo, ajeno al follón que supone Art Basel. De hecho, semanas antes, los murales más codiciados del barrio más grafitero de la ciudad se suelen pintar de negro para dar paso a nuevas creaciones. Quizás, la mayor sorpresa en esta línea sean las figuras humanas con las que El Mac corona la NW 25th St. Eso sí, el eventazo por antonomasia es Basel House, un festival de arte mural que transforma la antigua planta de embotellado de RC Cola en una nave repleta música, buen rollo y colores.

IMG 9208. Tótems reciclados

Foto: East Miami

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Tótems reciclados

El hall del hotel East de Brickell es ya de por sí un espacio monumental. El diseño del mismo que hizo el estudio neoyorquino Clodagh Design respetando el Feng Shui y la biogeometría da la bienvenida al viajero con una calidez y monumental insospechada. Y de repente, en medio de este espacio donde todo es energía, el artista local Carlos Betancourt ha instalado On the Edge: the hopeful forest, una serie de tótem realizados con objetos cotidianos reciclados que se apilan hasta crear deidades de la rutina que alegran y hacen reflexionar a los huéspedes y curiosos. Una intervención que no solo se enmarca en la celebración de esta feria, sino en la apuesta de un hotel que guarda sorpresas artísticas en cualquier rincón y que ha realizado una apuesta por el arte local bajo el nombre  Art at EAST: Urban Remix.