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La moda del turismo carcelario

Un recorrido por seis prisiones del planeta de la mano de Fernando Gómez, autor de El mundo a través de sus cárceles.

Museos. Iglesias y catedrales. Castillos y palacios. Monumentos. Plazas y calles. Barrios emblemáticos. Y cárceles. A los habituales ‘qué visitar’ de las guías de viajes se suman también espectaculares prisiones que, por la historia que atesoran, el legendario personaje que encerraron o sus estilos arquitectónicos bien merecen una visita. Una nueva forma de hacer turismo que cada vez cobra más adeptos: la de recorrer, si uno lo desea, las cárceles de los cinco continentes o, al menos, la del destino que visitamos. Y también una especie de aventura que concentra toda la emoción de esos lugares llenos de anécdotas curiosas y generalmente trágicas, que también han sido escenarios de sucesos importantes para la historia de la Humanidad. Porque las cárceles son, sin duda, uno de los lugares que más atraen y atemorizan al ser humano. 

 

Con esta misma vocación ha recogido Fernando Gómez en su libro El mundo a través de sus cárceles (Ediciones Luciérnaga, a la venta el 8 de septiembre) una propuesta de prisiones visitables a lo largo y ancho del planeta. Una guía perfecta para los que buscan hacer turismo de manera diferente. El escritor –también autor de La vuelta al mundo en 80 cementerios– ha seleccionado para Viajes National Geographic seis cárceles con una impronta especial que lograrán sorprender al viajero más escéptico. Curiosidades, anécdotas y sucesos alimentan la leyenda de todas ellas, muchas convertidas en referencias turísticas y hasta en protagonistas de novelas o películas.

 
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If en Marsella

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CASTILLO DE IF, cuna de El Conde de Montecristo (Marsella, Francia)

“La pasión por la literatura me acercó a ese pequeño islote en el archipiélago Frioul. Es la prisión por excelencia de la literatura universal en la cual el marinero Edmundo Dantés se transformó en el conde de Montecristo. La cercanía a Marsella convierte su visita en una placentera excursión. El castillo de If está situado en una pequeña isla y para acceder a ella deberemos realizar una travesía de alrededor de media hora que nos traslada desde el muelle de la Fraternidad en el Viejo Puerto de Marsella. En el interior del castillo, no podremos dejar de imaginar el dolor de Edmundo Dantés y la alegría que le proporciona el encuentro con el abate Faria”. 

 
prisión de Alcatraz

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ALCATRAZ, una cárcel de película (San Franciso, Estados Unidos)

“La más mítica de las prisiones que el cine se ha encargado de elevar a lo más alto. No es la más importante, pero si la primera que nos viene a la cabeza cuando nos preguntan por cárceles. La prisión de Alcatraz es un lugar de peregrinación, turístico por excelencia para todo aquel que se decide a visitar San Francisco. Descubierta en 1775 por el marino sevillano Juan Manuel de Ayala, la bautizó con el nombre de La isla de los alcatraces, posiblemente, por la cantidad de esas aves que anidaban en la isla. Son numerosos los barcos que durante todo el día salen del muelle de los pescadores –Fisherman’s Wharf– al lugar donde estuvo encarcelado Al Capone”.

 
Basílica del Ecce Homo

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LA PRISIÓN DE JESUCRISTO, donde pasó su última noche con vida (Jerusalén, Israel)

“Esta cárcel representa la atracción de contemplar el lugar donde la figura más importante de la historia universal pasó su última noche viva. En la ciudad vieja de Jerusalén, en pleno barrio musulmán, se encuentra la Basílica del Ecce Homo. Dentro de ella, si descendemos una estrecha escalera, se puede ver lo que se intuye que en tiempos pasados fue una cárcel. Su importancia y su valor histórico radica en que en ese lugar estuvo prisionero Jesucristo la noche del Jueves al Viernes Santo. Destaca en el conjunto una piedra con dos agujeros que fue utilizada para introducir las piernas de Jesucristo, una en cada abertura, para, engrilletado por los tobillos, convertirse en un cepo”.    

 
Robben Island

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ROBBEN ISLAND, el presidio de Nelson Mandela (Ciudad del Cabo, República Sudafricana)

“Ir a Robben Island es acercarse a las páginas de un libro de historia escrito por quienes lucharon por igualar a los seres humanos sin distinción de raza, color ni religión. La cárcel es mundialmente famosa por ser el presidio donde el Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela estuvo prisionero durante 18 años. El número 466/64 con que era designado se convirtió en un símbolo de libertad. Hay que visitarla en barco, en este caso, con los que salen de Ciudad del Cabo. En la isla se puede ver la cantera de la que los presidiarios sacaban piedra. Al abandonar la Prisión de Robben Island, nos despedirá una gran estatua del líder por los derechos humanos Nelson Mandela”. 

 
Port Arthur

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PORT ARTHUR, un continente repoblado (Tasmania, Australia)

 “La saturación que sufrían las prisiones en el Reino Unido hizo que buena parte de sus presos fueran enviados a un lugar distante a unos 17.000 kilómetros de la metrópoli. Quienes estuvieron presos en esas colonias penitenciarias fueron quienes también ayudaron a repoblar un continente. Australia se convirtió en una sucesión de colonias penitenciarias, 11 de las cuales están consideradas como presidios históricos y quizá la más famosa sea la de Port Arthur, en la isla de Tasmania. Dotada de unas fuertes medidas de seguridad, hacía imposible la fuga al estar situada en una península con solo un acceso custodiado por soldados y rodeada de agua infestada de tiburones”.

 
penal de Ushuaia

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LA PRISIÓN DEL FIN DEL MUNDO, la naturaleza es la cárcel (Ushuaia, Argentina)

“Un lugar en el que se descubre que el ser humano es siempre un prisionero de la naturaleza. Ushuaia es la capital más austral del planeta. La prisión que se puede visitar era la más segura del mundo, a pesar de ser una cárcel sin puertas ni rejas, ya que sus carceleros eran los más implacables: el viento y las temperaturas extremas. Nadie podía huir y quien parecía conseguirlo acababa muriendo víctima de la naturaleza. No había nada alrededor, solo bosque infranqueable. Hoy en día, una buena red de hoteles permite que los visitantes se acerquen a esa ciudad creada con el trabajo de los presos, que fueron quienes la construyeron”.

 

prisión de Alcatraz