Hoteles con historia

Molino de Alcuneza, el hotel que ha cambiado la forma de disfrutar de Sigüenza

En un entorno natural envidiable, este hotel de lujo combina la historia del espacio que le acoge con el encanto de un Relais & Châteaux con estrella Michelin.

En una pedanía de Sigüenza de no más de 36 habitantes, se ubica un hotel con una historia de más de 500 años de antigüedad que, además de ubicarse en un paraje extraordinario, con su nombre hace honor a la población donde se encuentra: El Molino de Alcuneza.

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1. Molino de Alcuneza

© Molino de Alcuneza

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El corazón del molino

La casa principal, que acoge en la actualidad algunas de las habitaciones, el bar y la recepción, albergaba antaño el antiguo molino harinero de Alcuneza, uno de los más importantes del valle del Alto Henares y de la zona de Sigüenza de la época. Además, sus cimientos románicos -de los siglos XII y XII- coinciden con la construcción de la catedral de Sigüenza.

El molino sobre el papel

© Molino de Alcuneza

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El molino sobre el papel

La historia de los muros de este molino harinero, con más de 500 años, la confirma su contrato de arrendamiento que data del siglo XV. Un papel que deja constancia de que su propietario durante siglos fue el Cabildo de Sigüenza, alquilando el molino a distintos vecinos de Alcuneza. El contrato lo encuentra el archivero de la Catedral de Sigüenza en el libro de arrendamientos y contratos del Cabildo del templo con el que se constata, gracias a la escritura del Sr. Canónigo Lucas de Espinosa, que este molino ya estaba en pie el 26 de febrero de 1569.

Molino de Alcuneza

© Molino de Alcuneza

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La historia bajo tus pies

En la actualidad, clientes y visitantes, pueden ver pasar bajo sus pies el río Henares a través de una cristalera que se ubica en el restaurante -correspondiente a una ampliación anterior- y que a su vez pone en marcha el Molino, que lo conoce a la perfección Juan Moreno, padre de Blanca y Samuel -los hermanos que ahora dirigen el hotel-.

Y llegó la industrialización

© Molino de Alcuneza

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Y llegó la industrialización

El molino dejó de moler a principios de los 70 cuando todas estas fábricas dejaron de ser rentables en el concepto que habían existido hasta entonces”, explica Blanca. Y es que con la industrialización y el acceso a energía eléctrica en zonas rurales, las harineras hidráulicas dejaron de ser rentables y el molino de Alcuneza dejó de moler. Además, se perdió la concesión del agua que servía para moler y toda esta historia y herencia estuvo a punto de desaparecer. En su tiempo, y como dato, llegó a tener varias muelas y distintos usos, y fue en la era industrial cuando se hizo la última gran reforma como molino harinero, cambiando su maquinaria de madera por una de hierro mucho más potente.
 

A principios de los 90, concretamente en 1992, los padres de Blanca y Samuel, Antonia Gordo y Juan Moreno, compraron la propiedad. “Vivíamos en Sigüenza y mis padres, que siempre quisieron tener una casa de piedra en el campo. Compraron el molino con idea de venirse a vivir aquí y hacer nuestra casa”, comenta Blanca.

“Hicieron la rehabilitación de la casa y empezaron a ver la posibilidad de hacer un Bed&Breakfast. En aquel momento empezaba a sonar el turismo rural, pero cuando pedimos la solicitud, en la legislación de Castilla La Mancha el término casa rural no estaba recogido, por lo que empezamos como un pensión de dos estrellas. Pero no nos sentíamos cómodos con el nombre de pensión, para nosotros posada sonaba más acogedor”.

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© Molino de Alcuneza

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Esfuerzo y cariño

Ya con el proyecto en marcha, Blanca se fue a estudiar Dirección y Gestión Hotelera y un master en Sumillería mientras Samuel hacía Cocina con un master en Espai Sucre de Repostería y Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Cocina con Jordi Butrón. “Mis padres lo hicieron muy bien, porque todo encajaba a la perfección para que los dos nos viniésemos para acá”, dice Blanca mientras comenta Samuel que “desde Barcelona -donde estudiaba- venía todos los fines de semana para trabajar, Blanca desde Madrid. En ese momento teníamos 10 habitaciones, era algo muy pequeñito que llevaban nuestros padres. Pero en 2006 nos establecemos los dos y pasamos a hacernos cargo al 100% del hotel”.

Molino Alcuneza ClassicP-2. De molino de piedra a Relais & Chateaux

© Molino de Alcuneza

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De molino de piedra a Relais & Chateaux

Con Blanca en la parte de dirección del hotel, sala y relación con el cliente y con Samuel de todo lo relacionado con la cocina, El Molino fue elevando su nivel. “Poco a poco fue evolucionando y decidimos hacer un proyecto de ampliación”, dice Blanca. “Desde el comienzo ha habido muchas ampliaciones por la demanda de los clientes: la casa, un salón para reuniones, la piscina o el spa son alguna de ellas”.

Molino-De-Alcuneza-18. El camino a la Estrella Michelin

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El camino a la Estrella Michelin

“Cuando me fui a Barcelona con Jordi Butrón”, explica Samuel, “fue un cambio total en mi forma de entender la cocina. Me enseñó a disfrutar de la cocina, a pensar, a entender los ingredientes y los sabores, a pensar la parte más artística, creativa y gustativa de la cocina. Allí descubrí una parte de la cocina que era mucho más vibrante de lo que esperaba. En ese momento, la cocina pasó de ser un trabajo a ser una cosa creativa en la que todos los días descubrías nuevos productos”, dice Samuel recordando sus inicios en la cocina.

Eso le llevó a que hace tres años comenzase a ofrecer menú degustación. “La sorpresa llegó cuando en 2019 nos llegó una invitación para asistir a la gala Michelin. Teníamos ilusión por conseguir la estrella algún día, pero desde luego ese año no. Tuvimos un aluvión de reservas y prensa, y mucha proyección a nivel nacional e internacional. La proyección que tuvimos fue grandísima con la estrella”.

Molino-De-Alcuneza-25. El molino vuelve a moler

Foto: © Molino de Alcuneza

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El molino vuelve a moler

Pero no solo la estrella Michelin ha dado fama al restaurante que dirige Samuel, también lo ha hecho la elaboración propia de sus panes y la bollería que sirven en el desayuno, haciendo que la rueda del molino -aunque sea figuradamente- vuelva a girar y a completar el círculo de su historia.

Una peculiaridad es que las harinas que utiliza Samuel en la elaboración de sus productos no vienen de muy lejos, de hecho, proceden de Despelta. Una pequeña empresa ubicada en la serranía de Sigüenza que trabajan de manera artesanal con el cultivo de espelta ecológica molida a la piedra. Y, además, ofrecen cursos online de panadería ecológica en los que a través de 25 capítulos, los alumnos aprenden desde la fermentación de la masa madre hasta la elaboración de diferentes recetas de pan, bollería, pizza…

Feliz cuarto de siglo

© Molino de Alcuneza

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¡Feliz cuarto de siglo!

Este año, en uno de los momentos más difíciles para la hostelería y la restauración, Molino de Alcuneza celebra sus 25 años. Un cuarto de siglo en el que ha logrado pasar de una casita de campo a un hotel boutique, en el que se hace todo con mimo, con cariño y en el que cada cliente que entra por su puerta se convierte en familia.
 
Y es que, a pesar de las limitaciones, Blanca y Samuel han querido poner todo su esfuerzo y corazón en seguir haciendo de su Molino una experiencia única. Tras la pandemia han reducido su clientela a un tercio y las medidas de higiene las llevan de una forma muy estricta. Cada cliente recibe un welcome kit con un gel hidroalcohólico y jabones individuales. “Hemos tenido que pautar los horarios del spa y del desayuno, para poder hacer un buen servicio con seguridad tanto para los clientes como para el equipo”, dice Blanca. “Lo más importante para nosotros es que los clientes vengan y se sientan seguros”, añade Samuel.