
Tal vez parezca que el invierno no sea la mejor época del año para viajar en moto; pero ni el frío ni las malas condiciones meteorológicas son un freno para seguir rodando, aunque se trate de una corta salida de fin de semana. Que el invierno no es problema para viajar en moto lo deja claro el éxito de diversas concentraciones que se organizan en la Península durante estos gélidos meses.
La referencia obligada es Pingüinos, que este próximo 2020 cumplirá su 37º edición. Será del 9 al 12 de enero cuando miles de incondicionales reten al frío para acudir a esta clásica reunión que se celebra en Valladolid. Unos días después Motauros se revela como otra cita importante que se celebra del 16 al 19 de enero en Tordesillas, Valladolid. Mientras que a nivel europeo la Elefantentreffen (‘Los Elefantes’) es la Meca de las concentraciones invernales, y se llevará a cabo del 24 al 26 de enero en Loh (Alemania).
Eso sí, a la hora de afrontar un desplazamiento durante los meses más fríos del año hay que tener en cuenta una serie de aspectos que van desde el equipamiento del motorista hasta el mantenimiento de la moto y el estado de la calzada. Sin duda, viajar en moto en invierno es toda una aventura como la que vivieron Carlos Labrés ‘Coco’ y Sergio Morchón, los aventureros que aparecen en las imágenes de este reportaje.
MÁS (Y MEJOR) EQUIPACIÓN
Si durante todo el año se debe ir bien equipado en moto, más todavía en invierno. Pero no de cualquier manera, no por abrigarse mucho se irá mejor; al contrario, ya que siempre es mejor evitar ir embutido en ropa que limite la movilidad y sea incómoda.
A la hora de vestirse para ir en moto en invierno lo mejor es hacerlo por capas, como si se fuera a esquiar. Por dentro, ropa térmica (camiseta, pantalón y calcetines), mid layer o forro polar y por fuera una chaqueta técnica. Esta última con forro interior extraible, protecciones, con membrana impermeable y si lleva algún elemento reflectante, mejor que mejor.

Foto: Pablo Sancho
Por supuesto, los guantes de invierno y las botas, ambos con membrana impermeable, y un tubular para abrigar bien el cuello, además del mono de agua por si llueve, son también artículos imprescindibles.
ALGUNOS TRUQUILLOS CONTRA EL FRÍO
El frío es como el agua: en la moto siempre encuentran una forma de colarse. En este escenario, se puede seguir una serie de trucos para que viajar en moto en invierno sea mucho más cómodo.
En primer lugar, hay que dotar al casco de un ‘pinlock’, que es una pantalla interior que evita que se forme vaho. Otro detalle es utilizar almohadillas térmicas de un solo uso, tanto para manos como para pies, disponibles en tiendas especializadas. Si se puede, tan importante es el mono de agua como el protector de botas y de guantes para evitar que con la lluvia se mojen, transmitiendo sensación de frío.

Foto: Pablo Sancho
En este sentido, se recomienda parar nada más empiece a llover para protegerse con el mono de agua y así evitar que el traje se moje. Para recuperar la temperatura de las manos nada como acercarlas con cuidado al motor o, si se dispone de tiempo, detenerse en una gasolinera para mojarlas con agua templada. Si hace mucho frío, un truco que no falla nunca es ponerse debajo los guantes de plástico que se encuentran en muchas gasolineras.
HAY QUE TENER ATENCIONES CON LA MOTO
El frío, la lluvia y los cambios de temperatura van a poner a prueba la moto durante el invierno. Y será en este momento cuando se deba prestar mayor atención a detalles como el desgaste del neumático y el estado de su dibujo, ya que es el encargado de evacuar el agua en caso de lluvia.
De la misma manera, también habrá que prestar atención especial a la presión de los neumáticos así como vigilar el nivel de carga de la batería, que con el frío tiende a sufrir más. Aunque parezca evidente, hay que recordar que en invierno, cuando se reducen las horas de iluminación natural, es más importante que nunca el correcto funcionamiento de las luces y la orientación del grupo óptico delantero para aprovechar todo el haz de luz.
CÓMO CONDUCIR CON FRÍO Y NIEVE EN EL ASFALTO
¡Suavidad ante todo! Con un asfalto frío, la moto no tiene la misma adherencia, de manera que se tiene que conducir con mucho tacto, cambiando de marchas y acelerando con más suavidad.

Foto: Pablo Sancho
Actualmente las motos llevan ayudas electrónicas a la conducción con el control de tracción, ABS y modos de conducción para adaptar la respuesta del motor y otros parámetros a cada situación. Así y todo, la precaución es vital porque las condiciones de agarre de la carretera pueden ir cambiando y encontrarse humedad o incluso hielo en las curvas umbrías. A pesar de llevar ABS, en situaciones de lluvia o poca adherencia, se recomienda utilizar más el freno trasero, muchas veces testimonial, y el delantero hacerlo con mucho tacto.