Mirando al mar (literalmente)

Noa Boutique Hotel, sostenibilidad en las Rías Altas

El cuidado del medioambiente no tiene por qué interferir en la belleza del espacio.

Frente a la bahía de A Coruña, con vistas al mar y al castillo de Santa Cruz de Oleiros, se encuentra Noa Boutique Hotel, un hotel que tiene la sostenibilidad por bandera. Su arquitectura ya fue pensada para cuidar el planeta al máximo y su interior va a correlación con su filosofía ecológica: adiós a los plásticos de un solo uso, reducción de la demanda energética así como de la huella de carbono y productos de kilómetro cero. Y, por si fuera poco, las vistas desde cualquiera de sus habitaciones son de escándalo.

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Noa Boutique Hotel

Fachada delantera de Noa Boutique Hotel con vistas a la ría © Noa Boutique Hotel

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El primer paso hacia la sostenibilidad

Cualquier acción que implique cambiar la naturaleza de un entorno, supone un coste para el medio. Pero cuando esa acción se hace bajo el paraguas de la sostenibilidad, teniendo muy en cuenta los recursos que existen e imponiendo unos límites reales arquitectónicos y de medios, surgen hoteles como éste. Noa Boutique Hotel es el equilibrio perfecto entre el cuidado del medio y el hotel de lujo, entre lo natural y lo cosmopolita, entre la elegancia y la simpleza. Es, en mayúsculas, el hotel del siglo XXI.

Lo explica a la perfección Yago Díaz, Director de Noa: “Nunca se habla de la proporcionalidad del espacio y del número de clientes que puedes atender a la vez en un hotel, pero eso es lo que más impacta a la sostenibilidad medioambiental. Porque por muy sostenible que intentes ser, estás creando un impacto. Por eso nosotros tenemos 32 habitaciones. Esto ya es sostenible de por sí”.

Noa Boutique Hotel

© Noa Boutique Hotel

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La batalla contra los plásticos

La reducción de los plásticos de un solo uso, ha sido otro de los pilares fundamentales de Noa Boutique Hotel. “No hay plásticos de un solo uso salvo las bolsas de basura de las habitaciones, que son biodegradables”, explica Díaz. Y es que aquí, donde en otros hoteles mantienen este material, ellos han buscado opciones para sustituirlo. Ejemplo de ello son las bolsas de lavandería, que aquí son de tela y que cuestan mucho más que las de plástico: “A veces nos las roban y perdemos una pasta, pero hacemos el esfuerzo para no utilizar plásticos”.

Noa Boutique Hotel

© Noa Boutique Hotel

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Cuando los 'amenities' dejan de ser lujo

Ese plástico de un solo uso también ha desaparecido de los amenities: si se hace la cuenta de cuántos frasquitos de plástico se tiran a diario en un hotel, sería para llevarse las manos en la cabeza. “Antiguamente te ponían botellas de gel, champú, body milk, acondicionador y jabón de manos que, multiplicado por dos personas, son diez. Después hay que multiplicarlo por cada habitación y por los 365 días al año que abre un hotel”. Por eso, ellos han creado su propia línea de cosmética y su propio packaging de gel corporal, champú y crema hidratante. Tres productos que son biodegradables al 100% al haber sido elaborados con elementos naturales, no han sido testados en animales y son inocuos para el medioambiente. Un producto creado en Galicia en exclusiva para ellos, con una fragancia distintiva y que además se puede comprar en su propia tienda junto a cremas solares minerales y algunas prendas de ropa realizadas por artesanos de la zona que van en línea con su filosofía de sostenibilidad y proximidad.

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Interior del hotel © Noa Boutique Hotel

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Reduciendo la demanda energética

En línea con su filosofía de trabajo está el buen uso de la energía que se hace a lo largo del año en el hotel. Noa Boutique aprovecha la energía del interior de la tierra, la geotermia -constituida como una de las energías renovables más eficientes-, para mantener sus instalaciones a una temperatura constante de 22ºC, buscando reducir la demanda energética y, con ello, la huella de carbono del planeta. Con esto se consigue que, a través del aire acondicionado y la calefacción, solo sea necesario subir o bajar dos grados la temperatura para lograr un ambiente agradable.

Noa Boutique Hotel

Fachada trasera del hotel © Noa Boutique Hotel

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El papel del diseño y la arquitectura

Pero esto no solo va de energía, si no de que la arquitectura y el diseño del hotel también han sido pensados para lograr ser eficientes energéticamente. Y es que, “aunque el edificio es en su conjunto de cristal, en verano sus cristales filtran los rayos UVA manteniendo el interior fresco y sirviendo en invierno de aislante, con lo que se consigue mantener constante la temperatura interior. Por eso en invierno es un lugar cálido y en verano es un espacio fresco”, declara su director.

A esa arquitectura pensada por y para el medio, se le suma el diseño de los baños. “Los grifos de los lavabos y las duchas tienen un limitador de caudal. Lo que hace es oxigenar el agua, introduciéndole aire y dando sensación de que es grueso. Con esto se percibe un caudal más amplio, al mismo tiempo que se reduce en litros de agua gastada.

Noa Boutique Hotel

Restaurante del hotel © Noa Boutique Hotel

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Producto de proximidad

La gastronomía es otro de los puntos fuertes y de reclamo del hotel, tanto para huéspedes como para personal no alojado. Su oferta se divide en dos menús diferenciados en función del momento y del lugar al que vayas. La taberna responde a una carta más informal, de picoteo y para compartir centrada en las raciones y en los bocados más modernos como los tacos o los baos. Sin embargo, la parte interior y su terraza ofrece una carta más elaborada centrada en la brasa, en los arroces y en el mar. Eso sí, siempre anteponiendo las materias primas de la tierra, trabajando con producto de kilómetro cero y proveedores gallegos. Esta es la gastronomía de la Galicia del siglo XXI y Noa Boutique el hotel del futuro.