El mismo año que los seguidores del autodenominado Estado Islámico derribaron con sus mazas las instalaciones del Museo de Mosul, un grupo de ciudadanos levantó entre las ruinas de la ciudad una antena y fundó la emisora Al-Ghad FM (Mañana FM). Durante los días más duros del Dáesh, los mosulíes pudieron encontrar consuelo en las ondas radiofónicas.
Emociona imaginar a esas gentes en algún rincón de la ciudad, escuchando entre escombros, con el sonido bajo para que el eco de las voces en el silencio no llamara demasiado la atención a oídos extraños. Tal vez se tratara de un transistor a pilas para no depender de la electricidad, lo que es seguro es que infundió esperanza a los habitantes.
Cuatro años después del fin de aquel infierno, los habitantes de Mosul pueden volver a pensar en el futuro. La ciudad se ha llenado de historias y de personas que trabajan por rehabilitar los edificios y los barrios. Los artistas han vuelto, también el color, las sonrisas, los juegos de niños y niñas. La emisora Al-Ghad FM sigue emitiendo y, esta vez, su eco se escampa libre para llegar al resto del mundo sin peligro gracias al poder difusor del nuevo proyecto de Google Arts & Culture: El arte vuelve a latir en Mosul.