Explicaba Juliana González-Rivera en su ensayo Viajar y contarlo (Ed. UB) que el viaje y su escritura responden a un espíritu y a un modo de estar en el mundo, además de a la necesidad de partir y de contar. Ese modo de estar en el mundo también incluye lo femenino, a pesar de que desde los orígenes el viaje haya sido generalmente territorio vedado para la mujer. Ahora que parece que las mujeres (por fin) han conquistado su derecho a transitar por el mundo libres y solas es lógico que lo visibilicen plantando el banderín de su conquista en cualquier rincón del mundo mediante la escritura. Estas ocho autoras lo hacen desde distintos géneros literarios: que se lea también como clave de las libertades femeninas.