Escenarios naturales o estrictamente urbanos. Reales o totalmente inventados. En el contexto de décadas pasadas o en la actualidad más rabiosa. El cine bebe de lugares que acompañan y empoderan sus historias. Habrá que esperar al próximo 27 de marzo para saber qué cinta se lleva la estatuilla a Mejor Película en la 94 edición de los Oscar. Por el momento, podemos celebrar los escenarios donde algunas de las historias más valoradas por la Academia de Cine han tomado forma. Del Viejo Oeste de El poder del perro al Nueva York de los años 50 de West Side Story. Del Belfast –título homónimo de la película– de 1969 a la California de 1973 de Licorizze Pizza. De la ventanilla trasera de un coche con vistas a la actual Hiroshima en Drive My Car a un universo inventado, materializado en rincones de Noruega o Jordania, como Dune.