El sonido de los pájaros y de las olas del mar o la caricia de la brisa del viento toman todavía más importancia cuando uno no puede sentirlos, pero hay muchas maneras de mantenerse en contacto con la Tierra: desde practicar yoga o comer productos frescos hasta ver documentales o hacer un tour virtual por espacios naturales. Esta ruta por el mundo se detiene en destinos en los que relajarse y conectar con el entorno.