Pocas experiencias veraniegas superan a la de lanzarse de cabeza a una piscina en una mañana calurosa, salvo la de lanzarse a una piscina rebosante de estilo en una mañana calurosa. Esa sí es la experiencia definitiva: sentir el frescor del agua en la piel, el sonido amortiguado del fondo al sumergirse y al emerger poco después, poder maravillarse de los toques de diseño. Y es que la vida tal vez sea demasiado corta como para conformarse con una simple piscina sin gracia y con mucho cloro. Por suerte, a los arquitectos y diseñadores también les gusta disfrutar de un buen chapuzón, por lo que no es difícil encontrar piscinas que, además de refrescantes, son toda una lección de arquitectura. Aquí va una pequeña selección con algunas de las más sorprendentes de España y Portugal.