Ya es oficial. Desde este mes de junio, Valencia es la candidata europea a la capitalidad mundial del diseño, una distinción con la que se reconoce la labor de una urbe en todas las dimensiones de la creatividad seriada. No lo tendrá fácil ya que Lille (Francia) será la próxima designada de este reconocimiento bienal, lo que obligaría al Consejo Internacional de Sociedades de Diseño Industrial a repetir continente para la siguiente edición. A ello hay que añadirle la fuerza con la que Bangalore (India) está pujando por este reconocimiento apoyado en su estatus de motor de la nueva economía de este país. Sea como fuere, el mero hecho de ser finalista pone de relieve que la capital del Turia está haciendo muy bien las cosas y que, en cierto modo, es una metrópolis ejemplar, inspiradora y muy vibrante.