El puerto de Copenhague recibió el pasado 7 de junio el primer crucero del mundo en completar un viaje cero emisiones netas de gases de efecto invernadero. El nuevo buque insignia de MSC Cruceros, el MSC Euribia, partió el pasado 3 de junio de Saint-Nazaire (Francia) para demostrar el compromiso de la compañía y del sector náutico con la descarbonización.
Un crucero pionero
Para navegar los cuatro días de trayecto entre Francia y Dinamarca, el MSC Euribia ha necesitado 400 toneladas de bio-GNL mediante un sistema de balance de masas, convirtiéndose en la primera compañía que se atiene a este combustible como fuente para reducir las emisiones.
Tanto el itinerario como la velocidad del viaje inaugural de MSC Euribia, que se presenta públicamente este 8 de junio, se han diseñado específicamente para optimizar la configuración y las cargas de los motores con el fin de minimizar el consumo de combustible. En este primer viaje, se ha contado con la presencia de varios especialistas en eficiencia energética, permitiendo una mejor supervisión y optimización del combustible. Esto incluye medidas que van desde la configuración de los motores hasta la velocidad de los ventiladores de aire acondicionado en los camarotes.

MSC Euribia en el puerto de Saint-Nazaire
"Nuestra compra de bio-GNL enviará una señal clara y significativa al mercado de que existe una demanda de combustibles más limpios por parte de las compañías de cruceros y de la industria marítima en general, pero necesitamos que los gobiernos, los productores y los usuarios finales colaboren y aumenten la disponibilidad de estas nuevas y muy necesarias fuentes de energía", ha informado Pierfrancesco Vago, presidente ejecutivo de MSC Cruceros, en un comunicado de prensa.
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La navegación del futuro
Dentro de la industria, se considera al gas natural licuado como el más limpio y eficiente disponible actualmente a escala comercial, utilizado como un combustible de transición. En ocasiones, también se utiliza la electricidad para alcanzar las cero emisiones mientras los buques están en puertos. Otras energías que están sobre la mesa para dar con una solución tecnológica definitiva a la descarbonización de la industria son el hisdrógeno, el amoníaco o el metanol, entre otros.
Las compañías se topan con la falta de puntos de carga en según qué puertos y con la subida de precio del GNL, lo que limita la transición hacia energías más verdes. De momento, algunos buques son silenciosos y cero emisiones cuando se acercan a los puertos, pero no cuando navegan. Algo que acaba de conseguir MSC Cruceros gracias al biogás renovable.

Camarote del MSC Euribia
Según informan desde la compañía, toda la cadena de suministro cumple la directiva sobre energías renovables de la Unión Europea, conocida como RED II, y cada lote individual de bio-GNL producido ha sido certificado por la International Sustainability & Carbon Certification.
A esto se suma que las nuevas construcciones de MSC Cruceros son buques flexibles que pueden adaptarse a diferentes combustibles renovables. El uso de GNL fósil ya consigue una reducción de hasta el 20% en las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los combustibles marinos convencionales, y elimina prácticamente todas las emisiones de óxido de azufre y partículas, a la vez que reduce los óxidos de nitrógeno en un 85%. Aunque la navegación verde todavía queda lejos, la reducción de emisiones ya es una realidad que están implementando compañías como MSC Cruceros.
Una inauguración por todo lo alto
Para celebrar esta nueva integración a la flota de la compañía, este 8 de junio la capital escandinava acoge la ceremonia de inauguración, que cuenta con la presencia de Sophia Loren. Tras el evento, el MSC Euribia, que puede acoger hasta 6.327 pasajeros, comenzará a navegar por el norte de Europa, con travesías de 7 noches desde Kiel (Alemania) y Copenhague (Dinamarca) a los Fiordos Noruegos, incluyendo Geiranger, Alesund y Flaam.