‘Microcosmos de la vida española’

El primer gran hotel de lujo de España cumple 110 años

Construido en dieciocho meses y once días, The Westin Palace es un icono de la Belle Époque en pleno corazón de Madrid.

Corría el año 1910 cuando Madrid comenzaba a posicionarse en el mapa turístico internacional gracias, entre otros factores, a su brillante, aunque tardía, hotelería. A los referentes de la vida social y cultural como el hotel Ritz (hoy gestionado por Mandarin Oriental), construido e inaugurado ese mismo año, le sucederían coetáneos como el hotel Palace, que desde el año 2001 está gestionado bajo la marca Westin. Creado por iniciativa del rey Alfonso XIII para dotar a Madrid de un gran establecimiento hotelero de lujo acorde a las necesidades de la capital de España, The Westin Palace, Madrid abrió sus puertas como el hotel más grande y moderno de Europa. De estilo afrancesado, con estos dos iconos de la hotelería mundial, la Belle Époque desplegaba sus alas en la capital asentando un nuevo canon cosmopolita que 110 años después continua a la vanguardia del lujo y la tradición hotelera.

El Palace Histórico

El Palace Histórico

El primer hotel con baño privado y teléfono

Construido en dieciocho meses y once días con una inversión total de 15 millones, el arquitecto encargado del proyecto fue Eduard Ferré i Puig, cuya obra acabó batiendo todas las marcas de rapidez. El 12 de octubre de 1912 Madrid ya tenía su hotel Palace, una propiedad que originalmente se inauguró con 800 habitaciones, siendo el primer hotel en España y el segundo en el mundo con cuarto de baño en cada una de sus habitaciones. Para lograrlo, la propiedad contó con numerosos fontaneros ingleses, lo que supuso el nacimiento de esta profesión en Madrid. El 21 de septiembre de 1912 llegó el primer huésped, se alojó en la habitación 141 y pagó 7,5 pesetas, el equivalente hoy a 5 céntimos de euro.

Pensado y construido a lo grande, el Palace fue también el primer hotel en incorporar teléfono en todas sus habitaciones y el primer edificio construido con la técnica del hormigón armado, incorporó las técnicas más avanzadas al estilo de los edificios parisinos de la Belle Époque. Y llegaron los premios y reconocimientos, claro. En 1914 el Ayuntamiento de Madrid premió al edificio como mejor construcción de la ciudad y en 1998 fue declarado por la Comunidad de Madrid Bien de Interés Cultural con categoría de monumento. Desde hace poco más de un año forma parte del Paisaje de la Luz, Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Rotonda
Foto: The Westin Palace, Madrid

A lo largo de su historia el edificio ha sufrido necesarias reformas, aunque algunos de los elementos que han hecho único a este hotel continúan ajenos al paso del tiempo. El primero es su espectacular cúpula de cristal de estilo Art Nouveau del hall, centro neurálgico del hotel realizada por la Casa Maumejean. Los tres tapices flamencos del siglo XVII que decoran la zona noble, así como una lámpara, pieza única en bronce macizo Art Decó con forma de palmera que hasta el año 1997 colgaba bajo la cúpula y que ahora preside la entrada. Completamente restaurado, hoy el Westin Palace cuenta 470 habitaciones, 50 de las cuales son suites, 2 restaurantes, un bar y 18 salones de banquetes en la planta noble.

El Madrid del Palace

Edificado sobre un solar de 6000 m2 que ocupaba el antiguo Palacio de los Duques de Medinaceli, el Westin Palace se encuentra situado en pleno Barrio de las Letras, lugar de residencia de los grandes escritores del Siglo de Oro, de artistas y diseñadores. Este pedazo de Madrid cultural aglutina un gran número de galerías de arte, centros culturales, museos y, mucha vida madrileña.

Nada aquí es baladí. El hotel fue concebido para que se convirtiera no solo en un alojamiento, si no también en un elemento fundamental de la vida social de Madrid, un lugar de encuentros donde reunirse, hacer negocios, fiestas y banquetes. Mucho antes de que existiera el concepto de hotel social, el Palace ya lo había acuñado como propio. El mismo Josep Pla, reconocido escritor y periodista de mediados del siglo XX, definió el hall del Palace como “el microcosmos de la vida española”. Y así ha sido. En estos 110 años de historia por aquí ha pasado de todo. Igor Strawinsky, el pintor Pablo Ruiz Picasso, Marie Curie o la mismísima espía doble Margaret Gertrude Zelle (Matahari) podrían dar buena cuenta de ello. Durante la Guerra Civil Española se convirtió en hospital militar, donde la cúpula de cristal jugó un papel protagonista ya que permitía realizar las operaciones quirúrgicas aun cuando existía falta de suministro eléctrico.

Cronología de un icono hotelero y social

El hotel fue propiedad de la familia Marquet hasta el año 1977, año en el que fue adquirido por el empresario Enrique Masó. En 1989 éste vendió el hotel a la cadena italiana Ciga Hotels, propiedad del Aga Khan. En el año 1995 la cadena Ciga pasó a formar parte de ITT Sheraton hasta que en 1997 Starwood Hotels & Resorts adquirió la cadena. Desde el año 2001 está gestionado bajo la marca Westin. En el año 2000 Host Spanish Operating TRS S. L. adquiría el inmueble sin que esto afectara a la gestión del hotel.

El periodo entre 1920 y 1936 fue una etapa floreciente para el hotel, el Palace, era el punto de encuentro y cita obligada de todos los artistas e intelectuales que venían a Madrid. Valle Inclán, Joséphine Baker, Buster Keaton, Richard Strauss, todos ellos se alojaron en el hotel. En aquellos años, cuando aún eran compañeros de la Residencia de Estudiantes, Federico García Lorca, Luis Buñuel y Dalí tenían como lugar de reunión el bar del hotel.

1912, el bar que homenajea esta efeméride. Foto: The Westin Palace.

Durante los años 40, Salvador Dalí volvió ya al hotel como huésped, incluso llegó a pintar un boceto en la pared de su suite, lástima que la camarera de pisos lo borrara. Por los salones, se podía ver a Edgar Neville o a Jorge Luis Borges.

El gran despegue económico de los años 50 supuso la visita al hotel de grandes artistas de Hollywood como Hemingway, Orson Welles, Lauren Bacall, Rita Hayworth, Ava Gardner y un largo etcétera. En la década de los 60, con el boom del turismo, el hotel comenzó a recibir muchos clientes internacionales, entre ellos, los Duques de Windsor, o el magnate italiano Giovanni Agnelli. Durante el Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, el hotel ocupó un lugar protagonista donde fue instalado el Gobierno Provisional de la Nación y sala de prensa de más de 200 periodistas de todo el mundo.