Hace cinco años, Róterdam, Glasgow y Umeå se convirtieron en faros de ciudades inteligentes gracias al proyecto europeo Ruggedised, que en colaboración con empresas y centros de investigación, trabaja para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. ¿Cómo? Con el desarrollo de espacios urbanos impulsados por una movilidad sostenible e inteligente, una energía segura, asequible y limpia y herramientas y servicios inteligentes.