Domus Tiberiana

Reabre en Roma el primer palacio del Imperio Romano

La reapertura de la Domus Tiberiana, después de 50 años cerrada, pone en valor la primera residencia de los gobernantes de Roma justo enfrente del Foro Romano.

En medio del debate sobre si los hombres piensan mucho en el Imperio Romano, la capital italiana ha amanecido con una de las novedades más esperadas del año: la reapertura de la Domus Tiberiana, el primer palacio imperial de Roma. Después de 50 años cerrada, desde este 21 de septiembre es posible recorrer el mismo camino que siguieron durante siglos los emperadores y la corte en la Domus Tiberiana, donde estucos, frescos y esculturas permiten al viajero imaginar el esplendor de la primera residencia de los gobernantes de Roma.

Domus Tiberiana
Foto: iStock

La Domus Tiberiana y el camino circular

Cerrada al público desde los años 70 debido a graves problemas estructurales, la Domus Tiberiana reabre por todo lo alto con la exposición Imago Imperii y la restauración del camino circular entre el Foro Romano y el Palatino, a través de la rampa Domiciana y los Jardines Farnesio, que llevaban hasta esta gran residencia privada ubicada en la esquina noroeste de la colina del Palatino. Era allí donde se encontraba la casa de Tiberio, de donde se cree que procede su nombre (y no por ser el emperador que mandó construirlo).

 

Las últimas investigaciones arqueológicas han confirmado que la construcción del palacio imperial no comenzó hasta Nerón, tras el famoso incendio del año 64 d.C., en la misma época en que se construyó la Domus Aurea. El palacio sufrió varias ampliaciones y renovaciones a lo largo del tiempo, las más importantes de las cuales se debieron a los emperadores Domiciano (81-96 d.C.) y Adriano (117-138 d.C.), hasta alcanzar una extensión de unas 4 hectáreas. Además de la parte residencial, el palacio incluía amplias zonas ajardinadas, lugares de culto, dependencias para la guardia pretoriana que protegía al Emperador, así como un verdadero barrio de servicio frente al Foro Romano.

Domus Tiberiana
Foto: Parco Archeologico del Coloseo / Ph Stefano Castellani

Las novedades de la Domus Tiberiana

La reapertura devuelve una importante pieza al itinerario de "museo difuso" que el Parque Arqueológico del Coliseo está ampliando desde hace varios años, aumentando así las zonas de visita del recinto capitolino. Aunque la inauguración llega con un año de retraso debido a la pandemia y a nuevos descubrimientos, la imponente residencia vuelve a mostrarse en todo su esplendor.

 

 

El proceso de restauración fue largo y exigente (la variación del agua en el suelo causó graves problemas estéticos y estructurales), pero los trabajos que empezaron en 2006 finalmente han conseguido recuperar las cubiertas abovedadas con materiales que respetan las estructuras antiguas, nervios de madera y soluciones antisísmicas.

Domus Tiberiana
Foto: Shutterstock

La luz como narradora

Gracias a un proyecto de arquitectura lumínica realizado por Areti (la empresa del Grupo Acea que opera en el sector de la distribución eléctrica en Roma), se utiliza la tecnología de la luz dinámica para poner en valor un yacimiento arqueológico de máximo valor histórico y cultural, capaz de crear un escenario inédito en el que la luz se convierte en la herramienta de narración de un lugar y su historia.

 

La fachada del palacio se ilumina con tecnología LED de última generación que permite modular la intensidad y la temperatura de color obteniendo una excelente reproducción cromática. Para la ocasión, se instalaron 28 proyectores empotrables en el nivel de Via Nova, 12 proyectores lineales dedicados a los arcos, 51 luminarias de proyección para la iluminación de la fachada y 10 luminarias lineales para el interior del nivel superior, alcanzando una potencia total de 4,4 kW.

Domus Tiberiana
Foto: Parco Archeologico del Coloseo / Ph Stefano Castellani

Itinerario y exposición

Comisariada por Alfonsina Russo, Maria Grazia Filetici, Martina Almonte y Fulvio Coletti, la exposición Imago Imperii está dividida en 13 salas y discurre a lo largo del camino cubierto del Clivo della Vittoria, que ahora garantiza el restablecimiento de la circularidad de los recorridos entre el Foro Romano y el Palatino. La entrada al Foro Romano permite el acceso a algunas de las salas, pero para visitarlo al completo, es necesario adquirir la entrada Super. 

 

El recorrido también se beneficia de exposiciones multimedia, que ayudan a trazar la historia del monumento a lo largo de los siglos. Entre las salas se encuentra la "sala de la basura", descubierta durante las excavaciones estratigráficas de 2020, que revelaron curiosidades de la vida cortesana, con artefactos y restos botánicos, así como huesos. En otra, se puede observar la estructura original del palacio de la época neroniana, así como las transformaciones urbanísticas de la zona, que albergó viviendas aristocráticas antes de ser utilizada como palacio imperial, o la difusión de los cultos orientales y egipcios y Roma, pasando por el valor de la escultura de época julio-claudia y flavia.