Buenas y bucólicas vibras

Remotos, slow y románticos: diez hoteles de Cataluña donde desconectar

Qué mejor manera de conocer siete comarcas catalanas que descubrir estos diez hoteles rurales, apetecibles, sugerentes y perfectos para un "dolce far niente" contemporáneo.

Cataluña da para mucho, de los pueblecitos a orillas del mar a los de las montañas con sus casas de tejados de pizarra, existen infinidad de rincones y secretos que descubrir. Estos diez hoteles, emplazados en diferentes puntos cardinales rurales, son una propuesta perfecta para desconectar mientras se reconecta con la naturaleza, el sabor sin conservantes y, sobre todo, con uno mismo. 

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Casa Llobera 1792

Foto: Casa Llobera 1792

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Casa Llobera 1792, un hotel lleno de encanto entre viñas y olivos

Casa Llobera 1792 se encuentra en el pequeño pueblo de La Pobla de Cèrvoles, a los pies de las montañas de Prades, en el Parque Natural de la Sierra de Montsant. Originalmente en la casa se elaboraba vino y aceite, por esta razón, en la bodega del hotel se conserva una gran tina y diferentes aparejos utilizados para esta función y ya que estamos, qué mejor que disfrutar de una copa de vino. Como curiosidad, la masía junto con la iglesia son los dos únicos edificios del pueblo hechos con bloques de piedra. Casa Llobera 1792 cuenta con siete habitaciones, amplias y muy luminosas y todas diferentes y únicas. En los jardines, donde sirven un desayuno delicioso, un antiguo lavadero se ha convertido en una pintoresca piscina. 

Can Buch

Foto: Can Buch

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Can Buch, un eco hotel entre montañas

Can Buch se encuentra rodeado de montañas y bosques de la comarca de La Garrotxa, una zona volcánica de gran valor natural. Este pequeño hotel familiar cuenta con solo siete habitaciones, todas hechas con elementos naturales, como el barro, la tierra o la madera de sus paredes. Algunas de las estancias cuentan con preciosas bóvedas catalanas de cerámica. Si las temperaturas lo permiten, no hay que dejar de bañarse en la piscina natural de la masía, limpia de cloro y sal, y que se mantiene perfecta gracias a las plantas y microorganismos. Con la protección del medio ambiente como leivmotiv, el hotel Can Buch ha conseguido ser una masía autosuficiente al 100%, placas fotovoltaicas para la luz, recogida, tratamiento y almacenamiento del agua que proviene de la lluvia y leña de los bosques para conseguir el agua caliente y la calefacción. 

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Mas Rabiol

Foto: Mas Rabiol

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Mas Rabiol, el Empordà con calma

En una masía del siglo XVI a las afueras del pueblo medieval de Peratallada, en el Empordà, se encuentra el hotel Mas Rabiol. Desde una ubicación privilegiada, a tan solo diez minutos de la playa, este hotel rural ofrece ocho habitaciones entre las que se incluye una junior suite y una suite. Los aficionados al ciclismo que disfruten de una escapada en bici y se alojen en Mas Rabiol no van a tener que preocuparse de nada: el hotel ofrece aparcamiento protegido y taller de reparación y asistencia técnica. Desconexión, tranquilidad y buenos alimentos, como los que se sirven en el restaurante del hotel Mas Rabiol. 

 

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Mas Sant Marc

Foto: Mas Sant Marc

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Mas Sant Marc, relax en la Cerdanya

En Puigcerdà, a 1200 metros de altitud en la comarca de la Cerdanya, se ubica el hotel Mas Sant Marc. En su haber, catorce habitaciones, un acogedor bungalow para dos personas y una villa perfecta para grupos. La estupenda situación geográfica de la que goza el hotel lo convierte en un fantástico refugio y punto de partida en cualquier momento del año. Los apasionados del esquí pueden decidir si pisan pistas en España, en Andorra o en Francia, pues cualquiera de ellas se encuentra a un máximo de 45 minutos en coche desde el hotel. También ofrecen bicicletas de alquiler y equitación. Los amigos perrunos son bienvenidos a Mas Sant Marc. 

 

 

La Garriga de Castelladral (Rusticae)

Foto: Rusticae

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La Garriga de Castelladral, entre piedras medievales

La Garriga de Castelladral, un Eco Hotel que pertenece al prestigioso club Rusticae, se encuentra en Castelladral, un pequeño municipio a tan solo una hora de Barcelona. Esta masía de origen medieval y de gestión familiar está rodeada de naturaleza. Cuenta con veinte habitaciones llenas de detalles que las hacen únicas, como el techo con buhardilla de vigas de madera de estancias como la Suite o la Teulada, o el mural sobre el cabezal de la cama de la habitación Llana, obra de la artista Paula Bonet. Un restaurante con productos de la tierra, un spa con paredes de piedra y una gran piscina cerca del bosque completan la experiencia en La Garriga de Castelladral. 

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Foto: Mas El Mir

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Mas el Mir, un paraíso en plena naturaleza

En una casa cuyo origen se remonta al año 1336 se encuentra Mas el Mir, un alojamiento rural de gran personalidad. Situado cerca de Ripoll y rodeado de bosques, su encanto reside en su maravilloso entorno y en el hecho de tener tan solo 5 habitaciones, lo que permite una atención al huésped mucho más exclusiva y  cuidada. Cada una de las habitaciones, todas con una estudiada decoración rústica, exhiben nombres inspirados en plantas de la zona: Hisop (hisopo), Civada (avena), Espígol (lavanda)... Las camas visten sábanas de lino natural y en el baño se puede disfrutar de productos de cosmética naturales y orgánicos de la marca Innata Natura. En su restaurante, solo disponible para los huéspedes, ofrecen un menú tradicional e imaginativo al mismo tiempo, que se nutre principalmente de productos de proximidad, entre otros las verduras que cultivan en su propio huerto. El desayuno merece una mención estelar, para empezar el día sin prisas, está disponible hasta las 13 h. Dispuesto sobre un precioso mueble antiguo procedente de una antigua tienda de bicicletas, en él se pueden encontrar huevos ecológicos, mermeladas artesanas, lácteos de vacas y cabras que pastan en los campos cercanos.  

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Foto: Terra Dominicata

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Terra Dominicata, hotel y bodega entre las viñas del Priorat

En pleno Parque Natural del Montsant, aislado entre viñedos y olivos se encuentra Terra Dominicata, un lujoso hotel boutique especialmente dirigido a huéspedes adultos, y que dispone de su propia bodega en el Priorat, la reconocida comarca vinícola que cuenta con denominación de origen propia. El hotel ocupa la masía Mas del Tancat, a escaso kilómetro y medio de distancia de la Cartuja de Escaladei, donde vivían los campesinos que trabajaban las tierras propiedad del monasterio. Tras una intensa y muy cuidada rehabilitación del interior del edificio, el hotel dispone de 26 habitaciones entre las que no hay dos iguales, ya que cada una cuenta con elementos en su decoración que les confieren un encanto particular. Tan único y especial como que en una de las junior suite existe un pasaje secreto por el que, recorriendo un túnel bajo tierra, se llega al restaurante del hotel. 

Mater Terrae es el nombre del restaurante a cuyo mando está el chef Fran López (poseedor de estrellas Michelin por sus respectivos restaurantes en Xerta y Barcelona). Cuentan en su carta con casi trescientas referencias de vinos del Priorat y el Montsant, caldos producidos en la comarca. Una de las experiencias más atractivas que se puede disfrutar durante la estancia en el Terra Dominicata son las visitas guiadas a su bodega, que suelen incluir catas. La propiedad incluye 22 hectáreas de viñedos de cultivo ecológico certificado, con las que se elaboran dos vinos de calificación DOQ Priorat: Domus Aquilae y Umbra. La piscina y el Spa Les Oliveres, construido con madera de roble y situado en el exterior entre el bosque de olivos que rodea la masía, rematan una experiencia hotelera diferente y exclusiva.

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7829. La Vella Farga

Foto: La Vella Farga

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La Vella Farga, desconexión total en medio de la nada

El hotel La Vella Farga ocupa una preciosa masía catalana aislada y ubicada cerca de Lladurs, un pueblo de la comarca leridana del Solsonés. El alojamiento toma su nombre de la pequeña herrería que se hallaba en la masía y en la que se fabricaban las herramientas necesarias para trabajar el campo y las herraduras para los animales. La Vella Farga, que pertenece a la prestigiosa cadena Relaix & Chateau, dispone de 15 habitaciones entre las que se incluyen 3 deluxe y 2 suites, todas ellas diferentes decoradas con piezas de anticuario, muy silenciosas y con vistas a la naturaleza. El establecimiento ofrece una completa carta de tratamientos y terapias naturales que se pueden disfrutar en cabina o al aire libre, con vistas al valle y a los bosques que rodean la casa: subidón sensorial garantizado. La experiencia es completa gracias a una gran piscina exterior y al restaurante del hotel, con carta de autor o itinerario gastronómico incluido.      


Can Canyes

Foto: Can Canyes

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Masía Can Canyes, con vistas a la montaña de Montserrat

En una pequeña localidad de la comarca catalana del Alt Penedés, reconocida por sus vinos de Denominación de Origen Penedés, se encuentra la Masia Can Canyes. Este coqueto hotel rural ofrece siete habitaciones llenas de personalidad, alguna de ellas con vistas a la imponente montaña de Montserrat. La masía, con una historia de casi tres siglos, está rodeada de viñedos, a los pies de los cuales es posible disfrutar del atardecer con una copa de cava en la mano. El complejo, que incluye un completo desayuno, también cuenta con una piscina exterior, un pequeño pero completo spa con carta de masajes y un restaurante, todo ello de uso exclusivo para los huéspedes. Las familias se van a encontrar muy a gusto en la Masía Can Canyes ya que, además de disponer de un apartamento para cuatro personas, en las instalaciones del hotel hay un parque infantil y una granja de animales. La experiencia puede completarse con actividades como excursiones en bicicleta o mehari, visitas a bodegas o catas de vino y cavas.    

 

Mas Tapiolas

Foto: Mas Tapiolas

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Mas Tapiolas, una masía centenaria en el corazón de la Costa Brava

En una antigua masía catalana de casi 900 años ubicada en la Costa Brava se encuentra el hotel Mas Tapiolas, encajado entre bellos paisajes naturales como el Valle de Solius y el macizo de la Ardenya. Sus paredes de piedra del siglo XIII dan cabida a unas habitaciones de diferentes características dependiendo del gusto o las necesidades de cada cliente, pero las dimensiones y las maravillosas vistas desde sus grandes ventanales son comunes a todas ellas. En cuanto a los productos de cortesía, se incluye una cafetera Nespresso, amenities de la marca Tous y toallas y albornoces disponibles en cada habitación para acceder al Spa. Nadie se aburre en Mas Tapiolas, la oferta de entretenimiento es completa y para todos los gustos: una piscina exterior de 640 metros cuadrados, una pista de pádel en medio de la naturaleza, un gran Spa&Wellness y un cercano Pitch&Putt de 18 hoyos con vistas al Monasterio de Santa María de Solius. La gastronomía también tiene su espacio en este hotel de 4 estrellas, en cuyo restaurante se puede disfrutar de una cocina tradicional catalana innovadora.  

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