La palabra zoco proviene del árabe souken, que significa "gran desorden" y que reafirma lo que a simple vista se respira nada más entrar a las callejuelas de estos particulares mercados. En ellos, el GPS siempre pierde la señal y vendedores de todos los gremios abocan sus negocios a estos intrincados laberintos, donde se mezclan olores y ruidos, colores y sabores, que son los que acaban guiando a los visitantes entre el arrullo de la multitud y la belleza de las artesanías y las tradiciones.