Apenas suma tres décadas de existencia oficial, pero Ucrania siempre ha estado ahí. Su cultura, su gente, sus paisajes y sus tradiciones siempre han demostrado tener un carácter propio y han enriquecido la vasta llanura que se extiende desde los Cárpatos hasta la cuenca de Donetsk. Un territorio capaz de albergar una arquitectura milenaria, unos templos referentes y unos museos fascinantes que sintetizamos en estos motivos.