¿A quién no le gustan las vacaciones? Viajes de ensueño, aperitivos, siestas, trasnochar, horas de playa tomando el sol, etc. Es parecido a la vida de millonario, pero lo bueno se acaba, hay que volver a la realidad y más de uno no lo lleva demasiado bien. Sin embargo, no hay por qué temer al síndrome postvacacional, sino más bien comprenderlo y afrontarlo siguiendo estos consejos.