Visitar Stonehenge el día 20 de junio es una experiencia excepcional. Miles de personas se desplazan hasta Wiltshire año tras año para celebrar el día más largo del año y dar la bienvenida al verano. Sin embargo, este 2020 los visitantes tendrán que conformarse con una versión virtual del momento en el que el sol alcanza su punto álgido, atraviesa el eje de la construcción y crea la escena perfecta para capturar con la cámara. En consecuencia, este año tampoco habrá fotos, pero un equipo audiovisual se encargará de grabar el acontecimiento y retransmitirlo en directo.
Más cerca que nunca
Así lo ha anunciado en un comunicado la directora de Stonehenge Nichola Tasker desde English Heritage: "Esperamos que nuestra transmisión en directo ofrezca una oportunidad alternativa para que las personas, tanto cerca como lejos, se conecten con este lugar espiritual en una época tan especial del año y esperamos poder darles la bienvenida el año que viene".
English Heritage y Stonehenge capturarán el momento y lo retransmitirán por sus redes sociales los días 20 y 21 de junio. Según informan en el evento oficial de Facebook, comenzará al menos 30 minutos antes de la puesta de sol del día 20 de junio alrededor de las 20:26 GMT (22:26 hora española) y culminará durante la madrugada del 21 de junio, a las 03:52 GMT (5:52 hora española). Para los que prefieran dormir, también será posible asistir virtualmente al acontecimiento anual en diferido, ya que el vídeo se guardará en sus redes.

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¿Por qué es un evento tan especial?
Tasker insiste en la necesidad de preservar la esencia del evento, ya que mientras para muchos es una experiencia turística más, para otros es un evento pagano sagrado. Erigido alrededor del 2500 a.C., Stonehenge "fue cuidadosamente construido para alinearse con los movimientos del sol", informa desde English Heritage. Durante el solsticio de verano, si uno se para en el centro del círculo de piedras, el sol sale justo a la izquierda de la Piedra del Talón, una piedra periférica al noreste del monumento. Mientras que si se hace en invierno, todo se invierte. "Por lo tanto, toda la disposición de Stonehenge está posicionada en relación con los solsticios o los límites extremos del movimiento del sol", añade la organización en su página web.