Frente al puerto Marina Botafoch, a un paso de la playa urbana de Talamanca y a escasos metros del agradable paseo marítimo de Ibiza, se localiza Mikasa, un coqueto hotel boutique que, con tan solo dieciséis habitaciones llenas de personalidad, presume de ser el primer alojamiento vegano de la isla blanca. Su restaurante ofrece una propuesta gastronómica saludable y sostenible. Pero el embrujo definitivo del hotel Mikasa es una terraza con magnificas vistas situada en la azotea del hotel. Desde esta atalaya se disfruta de una de las mejores panorámicas de Dalt Vila, el emblemático y bello casco antiguo de la capital ibicenca, que todavía conserva las poderosas murallas renacentistas que lo protegían en el siglo XVI cuando fueron construidas.