Las tortugas marinas llevan más de cien millones de años recorriendo los mares, siendo una pieza esencial para los ecosistemas porque ayudan a mantener la buena salud de los lechos marinos y de los arrecifes de coral. Lamentablemente, según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, las siete especies de tortugas marinas —laúd o baula, verde, carey, boba, franca oriental, bastarda y olivácea— están catalogadas como vulnerables a la extinción, en peligro o en peligro crítico.