Desde que Portugal comenzó a relajar las restricciones de entrada el pasado febrero, el país mira con ilusión la vuelta de viajeros. Todas las esperanzas están puestas en las vacaciones. Portugal lo tiene todo ya preparado y los grandes clásicos convivirán con novedades vibrantes; la naturaleza, con la cultura; y la gastronomía, con el diseño. Sigue vigente el sello “Clean & Safe” que permite a los turistas tener mayor seguridad y confianza en cuanto al uso de los establecimientos de alojamiento y otros servicios. Además, este verano, TAP recupera la conexión aérea habitual con España, con hasta 183 vuelos semanales. Parece ser que ya va siendo hora de volver a Portugal.

Una apertura similar a la de España
Al igual que Italia o Francia, también Portugal dijo adiós a los test de antígenos para entrar, pero no al certificado COVID digital de la UE (EUDCC) o documentos equivalentes, que debe estar en vigor si se quiere viajar al país. Los viajeros que entren en Portugal por vía aérea o marítima y que no posean el certificado deberán presentar un resultado negativo a una prueba molecular previa a la salida, válida 72 horas, o una prueba rápida de antígenos, válida las 24 horas. Esto cambia para los viajeros que accedan al país vía terrestre, entonces no están obligados a presentar pruebas de vacunación, recuperación de COVID-19 o resultado negativo de la prueba. En ningún caso es obligatorio rellenar el Formulario Localizador de Pasajeros.
Una vez en el país, las normas son similares a las que se están aplicando actualmente en España. Es decir, en Portugal, no se requiere de ninguna prueba o certificado digital para acceder a los espacios públicos. Pero sí es obligatorio el uso de máscaras faciales en el transporte público y para acceder a centros de salud y hogares de ancianos. También deben respetarse las directrices en cuanto a distancia física y la higiene de manos constante.
¿Qué hay de nuevo en Portugal?
Lisboa sigue manteniendo el protagonismo turístico de Portugal y para este verano ha reforzado de forma interesante sus atractivos. Ya se puede volver a visitar la icónica Torre dos Clérigos y dos museos de diferentes estilos acaban de abrir puertas. Desde hace unas semanas, un conjunto único de joyas extraordinarias, coronas y piezas religiosas de valor inestimable relucen en el ala oeste del Palacio Nacional de Ajuda, la última de las residencias reales portuguesas. La colección de joyas y otros objetos del Museo del Tesoro Real brindará una experiencia de lo más aristocrática. Quienes quieran seguir conociendo parte de la historia de la ciudad no deberían dejar de visitar Quake, toda una experiencia inmersiva para vivir el terremoto de 1755 de forma intensa que está entre los museos más deseados de este año.
A los viajeros más hedonistas les aguarda en el número 19 de la Rua do Vale de Pereiro el primer hotel en Lisboa de la excéntrica Mama Shelter. La cadena francesa que ha puesto patas arriba la escena hotelera, ofrece en su nuevo establecimiento una combinación de diversión y atrevimiento a la que será difícil decir que no.

Oporto atardecer
La ciudad vista desde la ribera de Gaia
Foto: Shutterstock
Oporto no se queda a la zaga de la vibrante Lisboa y saca pecho con WOW, el nuevo distrito del vino y de la vida. Son más de 35 mil metros cuadrados en el corazón del distrito histórico de Vila Nova de Gaia, entre el río y el hotel The Yeatman, donde se han rehabilitado algunas antiguas bodegas y espacios de encuentro con los pequeños y buenos placeres de la vida y del arte. Los aficionados al enoturismo tienen una razón más para ponerle ojitos a Oporto: la apertura del pionero The House of Sandeman, el único hotel-bodega de la ciudad que aúna historia, diseño y gastronomía.
Para este verano, las propuestas de Portugal van un paso más allá del clásico binomio Lisboa-Oporto. Con motivo del centenario del escritor José Saramago, y desarrollado en colaboración con la Fundación José Saramago, llega "Viaje a Portugal revisitado" con el que seguir las huellas del Nobel siguiendo como guía la obra de mismo título. No deja de ser una invitación apasionada para conocer otros lugares del país. Sobre todo, destinos en el corazón rural de Portugal que hasta ahora pasaban más desapercibidos como el Parque Natural de la Sierra de la Estrella, en la frontera con España. Los cinco geoparques portugueses integrados en la Red Mundial de la UNESCO son también una maravillosa excusa para mirar a esos otros lugares del país que se escapan de las rutas turísticas habituales.

Foto: Getty Images
No falta el clásico playero del Algarve. La costa sur de Portugal es un espectáculo de pueblos costeros, acantilados, gastronomía y calas de postal; pero también, hay paisajes de interior en el Algarve. Loulé, por ejemplo, es ese lugar aún intocado y desconocido que puede deparar más de una sorpresa, como el atelier y la tienda Casa Brava, una marca de slow cosmetics que marida perfectamente con un Eco Bed and Breakfast donde desconectar del mundanal ruido. A la par de Cassa Brava, hay otras muchas propuestas en las que el diseño y la naturaleza se abrazan. Ahí está también la experiencia de vértigo con el 516 Arouca, uno de los puentes colgantes más largos del mundo o la terraza secreta sobre el Douro de este hotel con alma sostenible. No hay duda, va siendo hora de volver a Portugal.