Etimología viajera

Volga, Rin, Sena... ¿por qué se llaman así los principales ríos europeos?

Una de las principales curiosidades de la etimología fluvial del viejo continente es que los ríos apenas han cambiado su nombre desde la época de los griegos y los romanos.

Si hay algo que ha vertebrado históricamente Europa eso son los ríos. Fronteras naturales, ejes comerciales, vías de comunicación... el valor de estos caudales ha sido clave para que las grandes civilizaciones pudieran prosperar y expandirse. De ahí que el origen de muchos de sus nombres date de época romana y haya evolucionado con el idioma de cada país. Sea como fuere, descubrir su etimología es comprender mejor el papel de estos cauces en la historia del viejo continente. 

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Danubio

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Danubio

Conocido popularmente gracias al vals compuesto Johann Strauss (hijo), muy pocos saben que su nombre proviene del latín Danubius, referente a una deidad de los ríos. De hecho, se encuentra representado en una escultura de Bernini en la Fuente de los cuatro ríos, situada en el centro de la Piazza Navona (Roma). En cuanto a la etimología, proviene del sánscrito dānu, que significa "río" o "corriente". Este raíz es común a otros ríos europeos como es el caso del Dniéper, del Dniéster, del Don de Reino Unido o del Dão en Portugal.

Volga

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Volga

Desde las colinas de Valdái (región situada entre Moscú y San Petersburgo) hasta el Mar Caspio, el río Volga recorre una distancia cercana a los 3.700 kilómetros, lo que le confiere el honor de ser el río más largo de Europa, distinción que acompaña al de más caudaloso y es que el torrente ruso cuenta con un caudal medio de 8.000 metros cúbicos por segundo, o lo que es lo mismo, cada segundo podría llenar casi tres piscinas olímpicas.

A pesar de su magnificencia, el significado de su nombre no difiere demasiado de otros grandes ríos europeos que tienen como origen la raíz indoeuropea wed relativa al agua o la humedad. De este vocablo derivan, entre otras palabras, Vlaga que en eslavo antiguo quiere decir humedad. No obstante, no es en su apelativo en lo que más destaca, sino en la antigüedad del mismo y es que se tiene constancia de su existencia desde la época de los escitas, el pueblo de origen iraní del siglo IX a.C. Estos lo conocían como Rha, asociada al sánscrito Rasah, designada a un río sagrado. Más tarde, los turcos lo llamaron Itil o Atil. De hecho, se cree que de ahí podría provenir el nombre del mítico caudillo Atila el Huno. 

Vistŭla

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Vístula

Para encontrar el origen del nombre de este río que cruza y divide la ciudad de Varsovia hay que remontarse hasta el año 77 a.C. Fue entonces cuando Plinio ‘el viejo’, militar romano, lo bautizó como Vístula en su libro la Historia Natural. Como no podía ser de otra forma, le dio un nombre propio de alguien dedicado a la conquista y el análisis estratégico de la orografía, y es que Vístula significa ‘río de los límites orientales de Germania’ y es que a pesar de ser el torrente por excelencia de Polonia, en los tiempos en que Plinio lo dejó por escrito, este río formaba parte de las tierras germanas. Por otra parte, la raíz del nombre proviene del indoeuropeo *u̯eis-, que no tiene otro significado que fluir lentamente, un rasgo característico de este río. 

Elba

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Elba

Tras el Rin, este es el más largo de todos los ríos que mueren a orillas del Mar del Norte. El Elba nace en las regiones del norte de la República Checa y fluye por el centro de Europa hasta terminar cerca de la ciudad de Hamburgo, en Alemania. Respecto al origen de su nombre, fue el geógrafo griego Estrabón, el primero en mencionar la existencia de este río, aunque la denominación se le atribuye a los romanos. Del latín, Albis, todas sus interpretaciones terminan en un mismo significado: "río" o ‘"lecho de río", como es el caso del germánico.

Rin

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Rin

Del mismo modo que pasara con el Vístula, al Rin también se le conoció por su nombre estratégico durante un tiempo. En época romana, Cicerón y Julio César –entre otras grandes figuras del momento- lo traducían como el ‘río que separa Germania de la Galia’. Entendido más como un muro que como un río, el Rin nunca cayó en poder de Roma aunque el César lo intentó varias veces llegando a construir un puente sobre él. Su nombre proviene del latín Rhenus, que significa "arroyo", "agua que fluye" o "río que corre". A diferencia de otros ríos, al proceder de la raíz *sreu- ha hecho que su nombre actual sea muy similar en todas las lenguas europeas. 

Támesis

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Támesis

La etimología de este río, que llegó a ser declarado biológicamente muerto en 1950 debido a la cantidad de residuos que se vertían en él, sigue siendo a día de hoy una incógnita, aunque existen dos grandes versiones acerca de su origen. Una de ellas defiende que se trata de una derivación del río Thyamis, en la región del Épiro (Grecia), desde donde se cree que emigraron las primeras tribus celtas hasta tierras británicas. La otra aboga por la palabra celta Tamesa, que significa “lo oscuro”, un rasgo característico de este río. 

Ródano

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Ródano

Compartido entre Francia y Suiza, el Ródano es el único gran río que conecta el Mediterráneo con el centro de Europa. Al igual que otros cauces, el origen de su topónimo se encuentra en el libro de la Historia Natural, escrito por Plinio ‘el viejo’. El escritor y militar romano lo situaba en Grecia y que provenía de Rhoda, una antigua comunidad original de la isla homónima que se asentó en uno de los extremos de Aigues-Mortes, en Nimes. Sin embargo, esta teoría no es la única que explica la procedencia de la denominación actual del Ródano, y es que existen otras que le atribuyen a la palabra celta Rhodanus o Rhôdan, que significa “girar vivamente”.

Sena

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Sena

Fuente inagotable de inspiración para artistas durante siglos, fue el mismísimo Julio César quien lo bautizó, o al menos, la persona que dejó por escrito su nombre por primera vez. Lo hizo en los Comentarios de la Guerra de las Galias en el siglo I a.C, bajo el topónimo de Sequana. Más tarde, en la época medieval fue derivando a Segana y Segona. Finalmente, el nombre del Sena actual es producto de la castellanización de su forma francesa Seine. Su significado, aunque abierto a discusión, parece ser el de "fluir". 

Tíber

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Tíber

Inicialmente, a este río que nace en los Alpes Apeninos y atraviesa la Toscana para bañar la capital de Italia, se le conoció como Álbula, es decir, 'río dorado' debido a la cantidad de sal que arrastran sus aguas y lo tiñen de rubio. Sin embargo, la denominación actual proviene del rey Tibris, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida flotando a su curso, según el historiador romano Tito Livio. De este modo, el Tíber es de los pocos torrentes europeos que no debe su topónimo a las características naturales o estratégicas del lugar donde se ubica, sino que está ligado a la historia. 

Loira

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Loira

Situado dos puestos por debajo respecto al Vístula en el ranking mundial de ríos más largos del mundo, el Loira recorre más de 1.000 kilómetros desde su nacimiento hasta la desembocadura, todos ellos por el interior de Francia. Alrededor de su tramo más conocido, el valle del Loira, se asentaron durante siglos reyes y artistas de la talla de Leonardo Da Vinci, Molière, Balzac o personajes tan relevantes para el devenir del país como Juana de Arco, entre otros. Respecto a su nombre, proviene del latín Liger, que a su vez es una transcripción del gaélico. Los celtas lo llamaban Liga, que significa “sedimento o depósito”. Con el tiempo, el topónimo fue evolucionando manteniendo siempre su raíz proto-indoeuropea *leg hasta concluir en el actual Loira.