Si hay algo que ha vertebrado históricamente Europa eso son los ríos. Fronteras naturales, ejes comerciales, vías de comunicación... el valor de estos caudales ha sido clave para que las grandes civilizaciones pudieran prosperar y expandirse. De ahí que el origen de muchos de sus nombres date de época romana y haya evolucionado con el idioma de cada país. Sea como fuere, descubrir su etimología es comprender mejor el papel de estos cauces en la historia del viejo continente.