Teguise
Lanzarote
Teguise, la hija de Guadarfía, el último rey aborigen de Lanzarote, dio nombre a la que sería capital de la isla hasta 1847. En el siglo XIV el pueblo maho había sufrido las razias esclavistas de castellanos y aragoneses, de las que Guadarfía había escapado más de una vez. A cambio de protección contra ellas, en 1402 los colonos normandos pactan con Guadarfía construir un castillo en la Costa del Rubicón. Pero meses después los castellanos asaltan a los aborígenes, y cuando estos acuden a la Gran Aldea de Acatife a solicitar ayuda, el gobernador les tiende una celada. Guadarfía logra fugarse y guerrea contra los europeos hasta que en 1404 se rinde y es bautizado. Maciot de Bethencourt, pariente de los conquistadores, se casa con Teguise y funda la ciudad. Hoy, en el centro de Teguise –La Villa, para los lanzaroteños– todo respira calma, con las blancas casas coloniales con esquinas de piedra desnuda y la carpintería de balcones y puertas pintada de verde. Las mañanas de domingo Teguise acoge el mayor mercadillo de Canarias. Los isleños van después de mediodía, cuando en algunos bares se puede escuchar música en vivo mientras se degustan tapas y vinos de producción local.