Ejea de los Caballeros
Romanos y musulmanes fueron los primeros pobladores del lugar, pero fue la época medieval el periodo que dejó una mayor huella cultural y arquitectónica en el pueblo. Prueba de ello son dos de sus tres iglesias: San Salvador y Santa María, ambas del siglo XII y de factura románica. El tercer referente religioso es Nuestra Señora de la Oliva, de siglo XVII, de claras influencias barrocas. Como capital de la comarca de las Cinco Villas, Ejea ha sido desde antaño centro comercial de la región, sin embargo, si algo define la historia más reciente de Ejea es su relación con el agua. Una red de lagunas y embalses puntea los alrededores del pueblo, y el aprovechamiento y la importancia de este recurso puede conocerse en el Museo Aquagraria. En él se explica la relación entre el agua, la agricultura y el ingenio de sus habitantes, y cómo la combinación de estos factores dio lugar a una industria de maquinaria agrícola de la que se conserva una buena muestra en el museo.