Alejandría, Egipto
La ciudad fundada por Alejandro Magno en el 331 a. C. después de derrotar a los persas es actualmente la segunda ciudad más poblada del país. También fue, y aún lo sigue siendo, uno de los puertos principales, pues el conquistador macedonio se aseguró de que estuviera en un lugar estratégico para poder recibir las mercancías por vía marítima. El popular faro de Alejandría, considerado como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo fue una de las obras más destacadas de la ciudad, aunque no la única. El Museo situado en una parte del el antiguo palacio donde se alojó la dinastía ptolemaica y que estuvo consagrado a las musas del saber, de las artes y las ciencias, hizo que Alejandría fuese el centro científico más grande del mundo. Su gran biblioteca también ocupó un lugar destacado, ya que fue la más prestigiosa y completa de la Antigüedad.
Su opulencia y sabiduría, con la escuela de Alejandría, la convirtieron en una de las ciudades más afamadas del Mediterráneo. Su decadencia llegó siglos después de la muerte de Alejandro Magno, cuando Octavio venció a Cleopatra y Marco Antonio en Actium, en el 31 a. C., y convirtió a Egipto en provincia romana y en el “granero del Imperio. Aunque tuvo varios años de esplendor, el país perdió su independencia y la ciudad vivió continuas guerras y revueltas.