La ciudad de la plata
A Banská Štiavnica se la conoce como la “ciudad de la plata”, y es que durante décadas se extrajeron de ella toneladas de este preciado metal, aunque la plata no fue lo único. Al asentarse sobre una enorme caldera volcánica, minerales como el oro o el plomo emergieron a las capas superficiales, un acontecimiento que le ha hecho ser la ciudad minera más antigua de Eslovaquia. La riqueza natural se transformó en un centro histórico gobernado por grandes edificios góticos, majestuosas construcciones renacentistas, casas burguesas e iglesias bellísimas que le han valido para consagrarse como Patrimonio Mundial, una distinción que lleva consigo desde 1993. Sin embargo, las minas se agotaron a finales del siglo XIX y hoy parece haberse detenido en el tiempo. Entre sus curiosidades, en Banská Štiavnica se encuentra una columna dedicada a la Peste, la enfermedad que diezmó gravemente la población durante el siglo XVIII.
En 2019, la cadena británica BBC junto a Netflix estrenaron Drácula, una miniserie sobre el mítico vampiro que esta vez, recorre las calles de Banská Štiavnica.