La abadía de los monjes camaldulenses
Los monjes camaldulenses se aposentaron cerca de la ciudad de Kaunas (Lituania) a mediados del siglo XVII y desde entonces, no han cesado las historias y leyendas alrededor del monasterio. Algunas hablan sobre su construcción, y cuentan que fue porque los bosques cercanos están repletos de demonios y espíritus. Otras historias tratan acerca de la vida de los monjes y especulan diciendo que duermen encerrados en ataúdes de piedra. Sea como fuese, las historias no han conseguido postrarla en el ostracismo, sino todo lo contrario, en parte gracias a su espectacular belleza. Entre otros aspectos, se trata de primera iglesia en toda Europa en utilizar una planta hexagonal y una fachada cóncava, además cuenta con 140 frescos que decoran los interiores y la alberga la torre del reloj más antigua del país eslavo. Durante la era soviética, el monasterio fue utilizado hospital psiquiátrico, archivo nacional e incluso, como campamento turístico, hasta que en 1992, las hermanas de la Congregación de Casimir retomaron el hábito religioso del edificio.
A pesar de su retorno a las actividades eclesiásticas, la abadía también acoge rodajes como la de la miniserie de HBO y Sky, Catalina la Grande, nominada a mejor localización.