Noruega

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Hotel iglú Sorrisniva, Noruega

Foto: Hotel iglú Sorrisniva

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Hotel iglú Sorrisniva, Noruega

Hecho de nieve y hielo, estos iglús presumen de ser el primer hotel de Noruega y el segundo del mundo de estas características. Están situados junto a la ciudad de Alta, donde se concentran la mayor parte de las excursiones de aventura de Finnmark. El complejo cuenta con 26 habitaciones, suites, un bar, una capilla y esculturas, todo ello de hielo. Por ello, cuenta con ropa de cama y de abrigo térmicos. Rodeada de bosques y montañas, es es una de las áreas naturales más bellas de Noruega para contemplar las auroras boreales, por lo que el hotel dispone de excursiones y de tiendas de campaña donde resguardarse y disfrutar del momento.

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Noruega

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En el #4: Noruega

El país nórdico es considerado uno de los más sostenibles del planeta, y con los viajes no podría ser distinto. Los índices de contaminación atmosférica están entre los mejores de Europa, así como los precios de recarga para los coches eléctricos e híbridos, con una media de 2,8€ por 100 kilómetros.

EN EL #8: NORUEGA

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EN EL #8: NORUEGA

Con una buena puntuación en los derechos más básicos como el matrimonio y la adopción garantizados, Noruega se ha convertido en el octavo país más respetuoso del mundo. Destacan sus leyes de identidad de género y los bajos índices de asesinatos de personas trans en comparación al resto de países analizados. Sin embargo, el desfile anual del Orgullo de Oslo en 2022 tuvo que cancelarse tras los tiroteos que ocurrieron cerca del London Pub, un lugar popular LGTBIQ+ en la ciudad. 

Oslo es verde

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En el #5: Oslo (Noruega)

Aunque Oslo se sitúa al final de esta clasificación, sigue siendo una de las mejores capitales europeas para pedalear. A esta ciudad noruega la atraviesan 327 km de carriles bici, lo que supone medio metro por habitante, con distancias cortas que recorren el centro urbano y sus zonas verdes. Una de las rutas más populares es la que se extiende nueve kilómetros de este a oeste del paseo marítimo, donde se puede disfrutar de algunos de los edificios más famosos del país, como la Ópera de Oslo.

Algunos de los tesoros históricos más importantes de Noruega, como el Museo Vikingo o el Museo del Pueblo Noruego, se encuentran en otra de las rutas imprescindibles: la que lleva a la península de Bygdøy, una senda ciclista que muestra, a lo largo de sus 7,5 km, una llanura salpicada de pastos y animales, cercana al bosque de Bygdøyskogen, que también cuenta con muchos caminos destinados a los amantes de los pedales.

Fjellheisen Tromsø

Foto: visitnorway

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Noruega: auroras boreales colgados de un cable

El Loen Skylift, inaugurado en 2017, sube desde la orilla del fiordo Norway hasta la cumbre del monte Hoven (1011 m) en solo 5 minutos. Con un restaurante en lo más alto y miradores que se asoman a un paisaje de montañas, glaciares y fiordos, este teleférico invita a vivir múltiples experiencias, desde la pura contemplación hasta la práctica de senderismo, escalada por vías ferratas o, en invierno, vertiginosos descensos con esquís o snowboard. El Telecabina de Tromsø, ciudad noruega situada por encima del Círculo Polar Ártico, tiene un aliciente extra: la posibilidad de contemplar auroras boreales, un fenómeno que tiñe de halos de colores el cielo nocturno y que suele observarse a partir de septiembre, especialmente durante los meses de invierno. Las dos góndolas del Fjellshein o Tromsø Cablecar tienen nombre propio: Oso Polar y Foca.

 

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Lo que aguarda al final del arcoíris

Como en la leyenda irlandesa del caldero de oro al final del arcoíris, con Cabo Norte sucede algo parecido en el sentido de que el ‘tesoro’ también está al final de nuestro viaje. Porque será cuando se llegue y se toque el cartel de ‘Nordkapp’, además de hacerse la foto de rigor, cuando toda una amalgama de sentimientos afloren. Será el momento de que se materialice el sueño de llegar al punto más septentrional de Europa en moto y su conocido acantilado de 307 metros de altura.

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Pero antes, los preparativos…

En este caso, los preparativos van a cobrar algo más de protagonismo y en la check list no debe faltar tampoco alguna corona sueca y corona noruega a pesar, evidentemente, de la posibilidad de pagar con la tarjeta. Tampoco  hay que olvidar que conforme se atraviese Europa la temperatura irá bajando hasta poder rodar por Escandinavia en verano con el mercurio por debajo los 10 grados, y eso que es verano... Con la ruta cargada en el navegador o en el Tripy pondremos rumbo a la aventura prestando especial atención a los radares y a las limitaciones de velocidad porque en Suecia, por ejemplo, la velocidad máxima por autopista es de 100 km/h y las multas son realmente caras.

 

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De '0'slo a 100

Si Suecia marca el punto de inflexión de la ruta, es de Oslo ‘hacia arriba’ es cuando llega la auténtica aventura. Se pasa por poblaciones encantadoras como Fosnavag, mientras que bosques interminables y grandes lagos dan forma a un telón de fondo donde la nieve recuerda al motorista lo lejos que está de su casa. Las casas típicas de la zona dibujan un paisaje singular conforme pasan los kilómetros. Galdhøpiggen y sus 2.469 metros de altura regalan al viajero ‘ollar’ el punto más alto de Noruega.

 

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Esta carretera bien vale un desvío

Localidades como Fosnavag y la conocida Trondheim brindan un trayecto embelesador por unas carreteras costeras antes que tener que empezar a encadenar la moto y el ferry. En el noroeste aguarda la Carretera del Atlántico, conocida como ‘la construcción del siglo’ por los noruegos, y todo un espectáculo de ingeniería y naturaleza por sus puentes y grandes desniveles. Así y todo, la vía más rápida que une Oslo con Cabo Norte es la E-6 y el camino más corto, si se prefiere.

 

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Mototurismo de isla en isla

Si se prosigue bordeando la costa desde Kristiansund, todavía quedarán varios días de ruta, de un viaje de descubrimiento de un rincón del planeta de una belleza salvaje. Las islas Lofoten, referencia para los amantes del esquí de montaña y del surf, llegan de camino. Viento, agua y frío pueden ser compañeros de viaje asiduos en estos lares que van regalando unas instantáneas únicas.

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Un último 'saltito’

El panorama empieza a cambiar y se vuelve más agreste conforme se alcanza Honningsvåg, la población más septentrional de Europa. De allí, solo queda un paseo costeando hasta Nordkapp, en la Isla de Magerøya, donde el cartel de ‘Nordkapp’ y la escultura metálica de un globo terráqueo, además del centro turístico, sirven de ‘baliza’ de fin de viaje. Cabo Norte en moto ya es una realidad. 

 

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Cabo Norte y más allá el infinito

Siempre apetece llegar a los lugares míticos, y éste es uno de ellos. Una bola del mundo de hierro señala el lugar del Cabo Norte, el punto más septentrional de Europa. El mirador aprovecha la plataforma del acantilado para brindar unas vistas majestuosas al punto donde el Atlántico se encuentra con el Ártico. En verano tiene el añadido de disfrutar del sol de medianoche, ese singular efecto por el cual el astro rey no acaba nunca de ponerse. Es, sin duda, uno de los lugares más especiales de Noruega.

 

Foto: Ivar Kvaal

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Arquitectura y paisaje

Si uno repasa el currículum de Snohetta, verá que su filosofía creativa se basa en fusionar arquitectura y paisaje. Y en ese sentido, Under probablemente sea su diseño más radical. En palabras de Kjetil Trædal Thorsen, fundador del estudio,  se trata de un proyecto con el "músculo suficiente como para resistir las fuerzas una naturaleza violenta". Por eso, el hormigón es el material con el que se ha elaborado su estructura. Un metro de grosor con el que defenderse de un entorno hostil marcado por un oleaje y un viento a veces virulentos.  Un verdadero hito con el que este estudio celebra sus 30 años de vida como equipo.

Foto: Ivar Kvaal

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Madera emplatada

Junto al hormigón, la madera es el otro elemento principal. De roble local, la vemos en parte de la fachada exterior, en el recorrido de los diferentes espacios interiores, en el mobiliario y en el brutalismo del emplatado.  Un elemento que se ha concebido también añadiendo piedras, guijarros y arena de la orilla. Hablamos de un intento de llevar la geografía noruega al entorno del plato. Un diseño escenográfico coherente con el discurso de Under: que el paisaje sea la esencia del mismo restaurante.

Foto: Ivar Kvaal

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Suculenta biodiversidad

Detrás de los fogones se encuentra Nicolai Ellitsgaard. Con tan solo 32 años, este jefe de cocina lleva más de dos concibiendo un menú a partir de los productos del sur de Noruega. Para Under ha desarrollado una carta de 18 platos elaborados sobre la biodiversidad local. Lapas, algas, caracoles o cangrejos son investigados para ofrecer al comensal una experiencia única. Una gastronomía experimental que toma el sabor del mar como punto de partida y punto de llegada y en cuyo referente son locales como el danés Noma.

Foto: Ivar Kvaal

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Vuelta al origen

Con este restaurante no solo se ha buscado la experiencia de comer bajo el agua viendo la vida submarina al otro lado de un cristal gigante de 11m de largo y 3 m de ancho. Mucho más que eso, Under habla de la relación primaria del hombre con el mar, de vínculos esenciales y primigenios. “Los humanos estamos compuestos principalmente de agua.  Estar en el restaurante nos llevará de regreso a nuestros orígenes”, afirma Craig Dykers, cofundador de Snohetta. “Para nosotros -continúa Thorsen en declaraciones a Viajes National Geographic- la arquitectura es el arte de las preposiciones. Todo depende de cómo tu cuerpo se relaciona con el mundo. Y en este caso, se hace desde abajo”.

Foto: Ivar Kvaal

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Maravilla constructiva

El proceso de edificación fue realmente complejo. “Tuvimos un montón de problemas –afirma Craig Dykers- para encontrar una forma que diera sentido a la función del edificio y que a la vez pudiera mantenerse firme contra las fuerzas de la naturaleza”. Finalmente, el equipo entendió que el camino correcto era la línea recta. Una línea recta suavemente curva con la que diseñar un tubo de hormigón a través del cual hacer descender a los comensales  a 5 metros bajo el nivel del mar. La construcción de Under se hizo primero en la superficie. Posteriormente, se posó sobre el mar. Y como una estructura flotante, se llenó de agua para hundirlo y finalmente anclarlo al suelo marino.

Foto: Ivar Kvaal

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Más que un observatorio

El biólogo marino Trond Rafoss ha trabajado con el equipo desde el principio. Su labor ha consistido en investigar con mayor profundidad la vida en las aguas de la zona. Flora, fauna, procesos de fotosíntesis o cambios de temperatura según las estaciones han sido (y son) motivo de observación… Y todo ello con un objetivo: propiciar un ecosistema activo en las inmediaciones. Es decir, convertir Under en un arrecife que fomente la vida marina delante de ese gran ventanal: ese gigantesco ojo de Sauron que con un suave tono azul ilumina todo espacio.

Foto: Ivar Kvaal

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Una roca en una roca

Como referencia constructiva, Snohetta tuvo en el punto de mira los búnkers abandonados en la costa del país tras la Segunda Guerra Mundial. Para Rune Grasdal –arquitecto y gerente del estudio- son un ejemplo de cómo el hormigón tiene la capacidad de fusionarse con el medio. Porque eso se pretende con Under, que acabe siendo una roca más de la costa noruega: una roca gigante de hormigón que se hunde en el frío mar del Norte, que será erosionada por el viento y el oleaje y que irá tomando el mismo tono cromático que las grandes piedras que marcan la escarpado litoral de Lindenes.

Foto: Ivar Kvaal

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Envejecer con el paisaje

“Hemos intentado unir el edificio con la naturaleza –afirma Thorsen- y después de unos años estará cada vez más integrado en ella. A un lado del cristal, toda la biodiversidad de la zona, y al otro los seres humanos que visiten el restaurante”. Por eso este tubo monolítico de hormigón funciona en realidad como una roca gigante que pudiera transitarse y desde la que contemplar el ritmo cambiante de la vida submarina. Algo así como lo que hizo James Turrell con Roden Crater (Arizona) o lo que no dejaron realizar a Chillida en Fuerteventura, y con el mismo discurso ético: hablar de la relación del hombre con los elementos. “La idea: envejecer con el paisaje, no en contra de él”, concluye Thorsen para Viajes National Geographic.

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Islas Lofoten, Noruega

Viajar a estas islas noruegas es hacerlo a un paraíso para los amantes del freeride. Ubicadas al norte del círculo polar Ártico, desde sus montañas nevadas se avistan unas playas donde se practica también otro deporte de aventura: el surf.

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Archipiélago de las Lofoten

Aurora boreal sobre el pueblo de Reine, en la isla de Moskenesoya.

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125 años del Hurtigruten

El Hurtigruten es una de las líneas marítimas más míticas. Inaugurada en 1893, este año celebra 125 años de actividad ininterrumpida. Aunque también realiza cruceros por Groenlandia o Islandia, la línea que sigue el litoral noruego es la más emblemática. El viaje de Bergen a Kirkenes (o viceversa) dura una semana y se mantiene con salidas diarias todos los meses del año. Desde 2017 no es posible detenerse por una noche en una población para reprender el viaje cambiando de barco. En invierno las actividades guiadas incluyen la expedición con trineos de perros o en motonieve y el esquí de fondo. Ver auroras es más fácil en invierno porque en la parte norte de la ruta es casi siempre de noche.

 

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Bergen

La llamada Puerta de los Fiordos noruegos tiene en su barrio antiguo y en su puerto los enclaves más animados. Está declarada Patrimonio de la Humanidad.

Aci

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Cabo Norte

Debajo de la esfera de hierro que señala el punto más septentrional de Europa hay un centro de visitantes donde se realizan exposiciones.

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Aurora boreal

Noruega es un país ideal para contemplar auroras boreales, un fenómeno luminoso natural que se observa mejor de octubre a marzo.

Foto: Mael Balland / Unsplash

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Pesca y degustación de cangrejos reales en Kirkenes

Al norte de Noruega, pocos son los que se resisten a participar en el safari del cangrejo real de Kirkenes. Esta especia de cangrejo, introducida en Noruega por Rusia en los años 60, puede llegar a pesar hasta 5 kilos y su cuerpo puede llegar a medir 30 centímetros, sin contar sus fuertes y alargadas patas. La carne, suave y rosada de este cangrejo es uno de los grandes majares del Ártico y se suele degustar cocinados al vapor con un poco de limón y acompañados por diferentes salsas. Durante los safaris, son los propios visitantes los que cogen los ejemplares de cangrejo real a bordo de lanchas o a través del hielo, dependiendo de la época del año. Posteriormente, esos cangrejos son llevados al refugio para degustarlos. ¡Toda una experiencia noruega!

Foto: Ignaz Wiradi

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El frío de Oslo

La capital noruega será en 2019 Capital Verde Europea y se tiene bien merecido el título. Además de realizar grandes esfuerzos en materia de sostenibilidad, la ciudad es una urbe en la que los espacios verdes y abiertos se ven por doquier. Ubicada al fondo del fiordo que le da nombre, Oslo es una ciudad vanguardista que lleva la arquitectura por bandera. Desde la Fortaleza de Arkeshus hasta su Ópera en forma de iceberg, cualquier edificio es una prueba de que se quiere convertir en todo un icono en cuanto a arquitectura se refiere.

Foto: AP

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Ganador del Mejor Queso del Mundo

El quesero noruego Jørn Hafslund recogiendo el premio al Mejor Queso del Mundo: el Fanaost Aged-Gouda, producido por 12 vacas en una granja de Ostegarden.

Foto: AP

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Selección de quesos

Este año se ha presentado un total de 3.472 quesos de 41 países del mundo diferentes.

Foto: AP

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Cata del jurado

El jurado estaba formado por un comité  de 230 expertos (minoristas, compradores, consumidores y periodistas gastronómicos) de 29 países.

Foto: Didrick Stenersen / Visit Oslo

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Oslo verde

Oslo se ha tomado muy en serio la lucha contra el cambio climático por lo que hace años que ha comenzado a tomar medidas en contra de la contaminación. Entre ellas, aumentar el número de zonas verdes de la ciudad.

Foto: Didrick Stenersen / Visit Oslo

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Niña sin miedo

"Niña sin miedo" es el nombre de la réplica de la escultura homónima que se encuentra frente al toro de Wall Street, en Nueva York. En Oslo, se ubica frente al Gran Hotel. La estatua representa el empoderamiento femenino.

Foto: Tord Baklund / Visit Oslo

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Ópera de Oslo

La Ópera de Oslo es uno de los grandes atractivos de la ciudad. Se sitúa en el fiordo de Oslo y se asemeja a una gran iceberg que emerge del mar.

Foto: Didrick Stenersen / Visit Oslo

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Fortaleza de Akershus

La Fortaleza de Akershus es un conjunto de edificios militares junto al fiordo de Oslo. Construida durante la Edad Media como castillo real, en el siglo XVII se convirtió en la fortaleza que se ve hoy día.

Foto: Gtres

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El estrecho más peligroso

Saltstraumen es el nombre de uno de los estrechos más peligrosos del mundo. Entre las islas de Straumen y Straumøya, en Noruega, su peligrosidad radica en los remolinos que aquí se generan, que pueden llegar a alcanzar los 10 metros de diámetro y hasta los 5 metros de profundidad. Estos remolinos se forman por la acción de las mareas. Y es que cuando esta asciende o desciende provoca que hasta 400 millones de metros cúbicos de agua pasen por un estrecho de 3 km de largo por 150 m de ancho a una velocidad de hasta 40 km/h. Toda esta fuerza se puede sentir en lanchas rápidas que acercan a los más curiosos hasta el mismo centro del estrecho.

Foto: AgeFotostock

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Hamnoy, islas Lofoten, Noruega

Las cases coloreadas de los pescadores rodean el pequeño puerto situado muy cerca de la población de Moskenesoy. El pescado secándose al sol, las redes alineadas al lado de las barcas que se mecen al ritmo de las olas forman un paisaje de postal inolvidable. Una de las actividades más  frecuentes en este rincón de Noruega es alquilar una de esas barcas para adentrase en el frío mar y compartir con los pescadores un emocionante día de pesca.

Foto: Jen Böhme

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Tromsø y Cabo Norte

Con el verano, el sol de medianoche llega a las más septentrionales latitudes del planeta. Tromsø, en la costa de Noruega, es una de las ciudades ubicadas más al norte y un lugar ideal para contemplar y disfrutar del espectáculo de esa noche que nunca acaba de llegar. Con unos 60.000 habitantes, tiene una amplia oferta cultural y arquitectónica que se redondea con el edificio de Polaria, situado a cinco minutos del centro de la ciudad, que tiene la apariencia de enormes bloques de hielo que han chocado con la costa. Este edificio alberga un acuario y una gran pantalla en la que se proyectan imágenes de las auroras boreales. El Cabo Norte dista unos 550 kilómetros de Tromsø en un recorrido que depara vistas espectaculares. Contemplar el fenómeno del sol de medianoche en el punto más al norte de la Europa continental es algo único.

Foto: AgeFotostock

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Svalbard (Noruega)

A medio camino entre Noruega y el Polo Norte, encontramos este lugar que pese a lo remoto, ha atraído a muchos viajeros durante años. Y no es para menos teniendo en cuenta la extraordinaria belleza de los paisajes de este archipiélago en el que viven unas 3.000 personas. Su capital es Longyearbyen y se enorgullecen de ser los habitantes situados más al norte del mundo. La ciudad se asienta sobre suelo permanentemente helado y más de la mitad de su territorio son glaciares, con lo cual las infraestructuras necesarias para vivir aquí son complejas. Aún así, Svalbard es un "Destino Sostenible Certificado" al que es fácil de llegar, ya que cuenta con aeropuerto internacional.  Aquí el único peligro son los osos polares, los verdaderos reyes del lugar. Una curiosidad: es el enclave del Banco Mundial de Semillas, algo así como un gigantesco almacén en el que se guardan semillas de miles de plantas de todo el mundo por si hay que usarlas en caso de hecatombe mundial.

Foto: AGE fotostock

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Parlamento de Noruega, Oslo

Algunas de las experiencias más interesantes de la capital noruega están escondidas en sus museos. El Museo Noruego de Historia Cultural, el Museo de los Barcos Vikingos, el Museo Munch y el FRAM– donde se puede conocer muy de cerca la expedición de Amundsen al Polo Sur– son una manera de conocer la cultura y la historia de este país nórdico. Todo ello se puede completar con un paseo en barco por el fiordo de Oslo, una vuelta por el mercado de Mathallen y un descanso obligado en el parque Vigeland.

Foto: Age fotostock

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Pyramiden, Noruega

Como no podría ser de otra forma, la ciudad fantasma del Ártico se encuentra aislada por las altas paredes de un fiordo, el Isfjorden noruego. Aunque previamente había sido un asentamiento sueco, fue a partir de los años 30 que la antigua Unión Soviética empezó a explotarlo como mina de carbón. Después de la Segunda Guerra Mundial se convirtió en una ciudad soviética modélica: era próspera y el nivel de vida bueno. Con la caída de la URSS sus calles se vaciaron y ahora la visión del interior de sus edificios, en cuyas estancias todavía permanecen la mayoría de los muebles, constituye un testimonio silencioso de la decadencia de un mundo ideal.

Foto: Agefotostock

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Ópera y el Ballet Nacional de Noruega

La ópera de Oslo no es el futuro, es el presente. Subir a la cubierta de este edificio icónico ha pasado a ocupar la agenda de los imprescindibles que hacer en la capital de Noruega. Levantada frente al fiordo de Oslo, Se inauguró en 2008 y fue diseñada por el estudio de arquitectura noruego Snøhetta. Un año después de su apertura, ganó el  premio Mies Van der Rohe 2009 de arquitectura contemporánea.

Foto: Estudio Herreros

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Nuevo Museo Munch de Oslo

El Museo Munch tendrá nueva sede en el centro de Oslo, en 2019. El edificio cuyo proyecto firma el arquitecto español Juan Herreros, será una pieza vertical donde a través de un recorrido ascendente, los visitantes descubrirán la historia de la ciudad. Ocupará un espacio en la recientemente desarrollada área portuaria de Bjørvika, junto a la Ópera y la nueva Biblioteca Pública de Oslo.

Foto: Haptic Architects MIR

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Oslo es un destino sostenible de arquitectura espectacular

Oslo es cada vez más un referente en arquitectura y sostenibilidad. A cada poco, nuevas construcciones se suman a las joyas arquitectónicas y desarrollos urbanos que se van  incorporando al poderoso skyline de la ciudad. En la capital de Noruega, el aburrimiento arquitectónico no existe y ello la convierte en un destino muy demandada por miles de viajeros urbanos a la búsqueda de las tendencias más actuales en arquitectura.

Foto: MIR AS, Kleihues + Schuwerk Gesellschaft von Architekten MBH

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Museo Nacional de Oslo

A partir de 2020, se finalizará el edificio del museo nacional de Noruega. Toda la cultura de la capital de Noruega se trasladará a este único espacio de arquitectura innovadora. El museo ha sido diseñado para que encaje en el entorno y los monumentos ya existentes en la zona muy cerca del Ayuntamiento de Oslo.

Foto: Haptic Architects MIR

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El acuario de Oslo

Oslo tendrá en 2023 el acuario más grande del norte de Europa. Un edificio espectacular construido en los terrenos del antiguo aeropuerto de Fornebu que parece surgir del agua, con una superficie de más de 10.000 metros cuadrados y una piscina de más de siete millones de litros.

Foto: Lund Hagen Architect - Atelier Oslo

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Biblioteca Deichman de Oslo

Durante 2018 se inaugurará una biblioteca moderna y dinámica que contendrá las extensas colecciones de libros de Deichman además de una sala de cine, talleres, zonas de juegos, salones y un restaurante. La arquitectura de la biblioteca está estrechamente ligada a su papel como espacio público. Con la noche, la nueva biblioteca de Oslo se encenderá y cambiará de aspecto al igual que las actividades y acontecimientos que albergará en su interior.

Foto: Gtres

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Marzo en Bergen

A Bergen se la conoce como la Ciudad de los Fiordos. Si te gustan los paisajes invernales, la segunda ciudad de Noruega te gustará. La estampa más conocida de Bergen es su puerto medieval. Se trata de un bello conjunto de casas de madera, reconstruidas en el siglo XVIII tras el devastador incendio que arrasó la ciudad y pintadas de colores, junto la iglesia de piedra de Santa María. En la actualidad la actividad principal no es la pesca que se practicaba desde el año 1100, sino el ocio y el turismo. Para hacerse con una buena vista de la ciudad y de su emplazamiento hay que subir al funicular que alcanza la cima del monte Fløyen.

Foto: Steinar Skaar

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La ruta escénica noruega Helgelandskysten

La ruta escénica Helgelandskysten es la más larga de las 18 rutas turísticas de Noruega. Se utilizan hasta seis pasos en ferry para recorrerla, llegando a cruzar el Círculo Polar Ártico a 66 grados de latitud norte. En este viaje nos encontramos con fenómenos naturales únicos, como la marea más grande del mundo, y el Svartisen, el segundo glaciar más grande de Noruega. También podemos maravillarnos con obras de ingeniera y belleza espectacular como este puente, en la carretera a Sandhornøya.

Foto: Per Kollstad

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Mirador sobre ruta de Trollstigen

La ruta Geiranger-Trollstigen ofrece numerosos lugares espectaculares de Noruega: valles exuberantes, zonas de cultivo de fresas, montañas escarpadas y puntos de vista para observar los paisajes más pintorescas de Noruega. Para facilitar la contemplación, tenemos esta plataforma que parece flotar a gran altura por encima de la carretera, que serpentea más abajo. 

Arquitecto: Reiulf Ramstad Arkitekter AS