En el #5: Oslo (Noruega)
Aunque Oslo se sitúa al final de esta clasificación, sigue siendo una de las mejores capitales europeas para pedalear. A esta ciudad noruega la atraviesan 327 km de carriles bici, lo que supone medio metro por habitante, con distancias cortas que recorren el centro urbano y sus zonas verdes. Una de las rutas más populares es la que se extiende nueve kilómetros de este a oeste del paseo marítimo, donde se puede disfrutar de algunos de los edificios más famosos del país, como la Ópera de Oslo.
Algunos de los tesoros históricos más importantes de Noruega, como el Museo Vikingo o el Museo del Pueblo Noruego, se encuentran en otra de las rutas imprescindibles: la que lleva a la península de Bygdøy, una senda ciclista que muestra, a lo largo de sus 7,5 km, una llanura salpicada de pastos y animales, cercana al bosque de Bygdøyskogen, que también cuenta con muchos caminos destinados a los amantes de los pedales.